A prueba, Honda Civic e:HEV: el híbrido que te hace disfrutar de cada curva y visita a la gasolinera
Los japoneses han creado una sutil oda al automóvil clásico, herramienta práctica pero a la vez de disfrute de la conducción
Es el híbrido más ahorrador de su categoría, haciéndose difícil superar los seis litros a los 100 km incluso en conducción alegre
A prueba: Volkswagen Taigo R-Line 150 CV, un coupé sobreelevado “pintón” y con aires deportivos
Este Civic de undécima generación me ha encantado. El modelo cumple nada menos que 50 años en el mercado y la marca se ha esforzado en hacer un producto redondo. Un coche que sutilmente es una oda al espíritu de los mejores coches de la edad dorada de la automoción. Coches que trataban de ser prácticos pero a la vez de ofrecer emociones de conducción a sus usuarios. En estos coches había pocas concesiones a las cosas que no fueran prácticas o las que distrajesen de la conducción. Y a pesar de que en este Civic destaca el goce de conducir como uno de sus condicionantes natales.
Sin embargo, cuenta con el consumo más bajo de entre los híbridos de su peso, tamaño y potencia. No podemos más que destacar con sorpresa que no es fácil hacerle superar medias parciales de más de seis litros a los cien kilómetros. Su motor híbrido marca de la casa -una solución electromecánica que no encontrarán en ninguna otra marca- le adorna con un toque de moderna frugalidad muy propia de la mentalidad japonesa. Honda es una marca “ingenieril”, históricamente dada a la búsqueda de su propio camino a la hora de enfocar sus productos, un punto obsesiva con la perfección, la exactitud y la deportividad.
MÁS
Este Civic es un coche civilizado -ya vendrá a finales de año la versión Type R para sacar a la bestia de su piel- pero con ese brío que enamora desde el primer momento en que te sientas a sus mandos. Un brío y un enamoramiento que seguro que cualquiera que lo pruebe es capaz de encontrar enseguida y que tiene un magnífico contrapunto en ese afán de eficiencia demostrado.
Cómo es
El Civic e:HEV es un turismo de cinco puertas y cinco plazas con un estilo propio entre compacto, berlina y familiar coupé. Su techo prolongadamente caído le define, y se materializa en un gran portón que da acceso al maletero. Esto le permite generar unas formas muy aerodinámicas. El control de los flujos de aire le ayuda mucho en sus conquistas de ahorro de combustible. Esto se suma a su mecánica híbrida clásica no enchufable, que le proporciona la etiqueta ECO de la DGT y nos evita todos los problemas derivados de las Zonas de Bajas emisiones.
Mide 4,55 metros de largo, por 1,80 metros de largo y 1,40 de alto. Crece no solo en su distancia entre ejes, sino también en su ancho de vías, lo que hace que su interior también aporte casi dos centímetros más de anchura para los hombros de los pasajeros posteriores. Tiene homologación para cinco plazas. Esto que en la mayoría de automóviles resulta difícil de cumplir pasa también en el Civic, pero saca una nota ligeramente mejor que muchos de sus rivales.
Su maletero cuenta con 410 litros -en la media del segmento- que pueden llegar a 1.220 litros con los asientos traseros abatidos. Es un coche cómodo y espacioso para cinco pasajeros. Por ejemplo, para personas de algo más de 1,80 m de alto como es mi caso, con el asiento del conductor ubicado para mi confort al volante, irían atrás cómodas de piernas y sin preocupaciones por rozar en el techo.
El Civic cuenta con un motor de combustión -de ciclo Atkinson, que son los más frugales- y dos eléctricos de los que uno es un generador. El coche arranca en eléctrico y se mantiene así hasta que se agota su batería, o requerimos un mayor esfuerzo. Al acelerar, el motor de combustión mueve el generador para proporcionar energía al motor eléctrico que mueve el coche (modo híbrido). Esto es hasta que la exigencia de prestaciones hace que se conecte el propio motor de combustión a las ruedas delanteras. La cifra oficial de consumos es de 4,7 l/100 km en ciclo WLTP y sus emisiones de solo 108 g/km. Cuenta con un sistema de regeneración de la energía de la frenada que es regulable mediante las levas detrás del volante.
Su motor a gasolina de 2.0 litros con inyección directa unido al motor eléctrico alcanzan una potencia combinada de 184 CV, con un par de empuje de 315 Nm. Esto se refleja en una velocidad máxima de 180 km/h y una aceleración de 7,8 segundos en hacer el 0-100 km/h.
Su tracción es delantera, con una caja de cambios automática de diseño propio con múltiples velocidades. Los frenos son de disco en el eje trasero y de discos ventilados en el delantero.
Tiene tres niveles de equipamiento: Elegance, Sport y Advanced. Todas cuentan con la misma carrocería, motor y caja automática (no es posible pedir una manual). El equipamiento es muy elevado, con muchas funciones de seguridad, entre las que destacaremos nada menos que 11 airbags desplegados en su interior, que incluyen uno de rodilla para el conductor, así como otro entre los asientos delanteros.
Cómo va
Es un coche que dinámicamente te hace mejor conductor. Tiene un chasis muy fino, que sin aportar una suspensión dura, mantiene al coche magníficamente en su trazada. Atrás la suspensión multibrazo deja notar su calidad y las dos estabilizadoras añaden su aportación en su firme pisada. Pero a pesar de todo no resulta una amortiguación dura, ni deportiva, resultando cómoda en todos los momentos de conducción.
En cuanto a la dirección, no solo lleva el coche por donde le dices, con un comportamiento muy noble que aporta seguridad al conductor. Además es informativa, ayudándote a reconocer dónde pueden empezar sus límites para que no los traspases. Límites que dan mucho de sí.
La aceleración engancha por su respuesta inmediata, pero tu cuerpo queda bien recogido por unos asientos con apoyos laterales y un mullido que no cansa en largos recorridos. La frenada es muy buena desde el mismo comienzo de la acción.
En cuanto al motor, tiene un desarrollo muy suave, no te enteras de cuando entran los diferentes sistemas (solo eléctrico, híbrido y térmico) en sus diferentes momentos. En cuanto a los cuatro modos de conducción (Eco, Normal, Sport e Individual) tampoco varían demasiado. Quizá el ECO te ayuda a consumir ligeramente menos y el Deportivo aporta una aceleración ligeramente más inmediata. Sí se nota en el sonido, que es muy racing en el modo Deportivo. Por cierto, un sonido que realmente es simulado y sale a través de los altavoces, aunque consigue generar esa emoción tradicional en la conducción ligera.
En cuanto a los consumos, en un recorrido mixto de 360 kilómetros la media de consumos se quedó en 5,2 litros. Son cifras obtenidas sin ningún tipo de precaución a la hora de pisar el acelerador y mezclando los programas deportivo, normal y eco y también los tipos de vías. Hicimos un buen porcentaje de ciudad, pero también bastante carretera de montaña. Desde nuestro punto de vista y para un peso de 1.592 kilos nos parece un dato excelente, que puede aún ser rebajado si se realiza una conducción cuidadosa. Esa será una alegría que se llevarán los que sean sus afortunados propietarios a la hora de la visita a la estación de servicio.
En el interior la sensación de buenos materiales y ajustes es elevada. Su salpicadero es sencillo, quizá hasta ligeramente clásico, con un diseño muy plano y una rejilla en nido de abeja y unos mandos de los aireadores que le dan un ligerísimo toque retro. Su instrumentación digital personalizable se lee muy bien y tiene 10,2 pulgadas, mientras que la pantalla de infoentretenimiento tiene 9 pulgadas (hay una opcional de diez). Esta última no es de las más avanzadas, pero cumple con su cometido a la perfección, está muy bien situada en un lugar elevado para verla rápido y aporta mucho más que lo esencial.
¿Interesa?
La versión de entrada Elegance, sin ningún tipo de equipamiento extra, parte de 32.100 € PVP recomendado subiendo las versiones Sport y Advance a 32.200 € y 36.600 €. La Elegance ya incluye un equipamiento muy completo como asientos calefactables, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, tecnología de seguridad Honda Sensing, cámara de visión trasera, control de crucero, luces led...
Lo cierto es que este Civic e:HEV es uno de esos modelos que merecen la pena. Y no ya por las características y razones del sentido común, sino por cosas que van más allá, en especial el agrado de conducción que aporta. Además es muy fácil de detectar, pues se nota nada más subir al coche y mucho más si es posible tener el mínimo contacto con él al volante. Es un coche que te llena al conducirlo, que te da seguridad y que permite elevarse a un nivel de conducción con un punto muy deportivo casi en cualquier ocasión, con reacciones rápidas, exactas y eficaces. Su línea es distintiva, aunque con un toque deportivo, resulta elegante y atractiva.
Este Civic es una magnífica alternativa a los -en comparación- torpes todocamino para los usuarios para quienes la abundancia de espacio no sea una necesidad esencial. Y es una alternativa al alcance de todos aquellos que quieran disfrutar de la conducción.
Es un coche que te hace reenamorarte de la carrocería clásica del turismo, de las curvas y que además te da alegrías a la hora de la visita a la gasolinera. No sé si es posible pedir mucho más.