Los sindicatos arrancan el ‘otoño caliente’ para exigir subidas salariales frente a la inflación
CCOO y UTG presentan un calendario de movilizaciones para que los trabajadores recuperen el poder adquisitivo
El acuerdo de negociación colectiva está bloqueado desde mayo por discrepancias entre los agentes sociales sobre las clausulas de revisión salarial
Los trabajadores con convenio con clausulas de salvaguarda están aumentado y, hasta agosto, suponen un 25%
Cuando CCOO y UGT se concentren el próximo 7 de octubre frente a la sede de la patronal para exigir subidas salariales habrán pasado cinco meses desde que se abandonaran las negociaciones para acordarlas en el marco de la negociación colectiva.
En este tiempo, la inflación se ha acelerado hasta situarse en el 10,5% el pasado agosto. Mientras, en ese mismo mes, los salarios de los 7,1 millones de trabajadores sujetos a un convenio crecieron, de media, un 2,6% anual, cuatro veces menos que los precios.
MÁS
“La negociación sigue atascada por la negativa de la patronal de cerrar los convenios colectivos. No fluyen, no solo porque en muy pocos casos está entrando con las cláusulas de revisión salarial, sino porque los aumentos de salarios son incompatibles con el mantenimiento del poder adquisitivo de trabajadores y trabajadoras”, explicaba este miércoles el secretario general de UGT, Pepe Álvarez en la presentación del calendario de movilizaciones.
Las protestas, que se iniciarán con esa concentración frente a las sedes de la CEOE, se prolongarán luego con una semana de asambleas informativas, “procesos de agitación de los trabajadores” y culminarán con una “gran manifestación” en Madrid prevista para el 3 de noviembre.
Será solo, dicen los sindicatos mayoritarios, una “primera ronda” de movilizaciones para intentar desatascar la negociación de los convenios colectivos. Es el “otoño caliente” del que advierten desde hace meses.
Y no son los únicos dispuestos a dar la batalla por conseguir mejoras salariales. Otros nueve sindicatos independientes acaban de anunciar protestas en las calles a partir de octubre y el sindicato de funcionarios CSIF ya celebró una manifestación el pasado sábado en Madrid como arranque de las movilizaciones.
Salarios contra márgenes empresariales
El Gobierno lleva meses instando a los agentes sociales a alcanzar un pacto de rentas para evitar una espiral inflacionista. Es decir, tratar de que los fuertes aumentos de los precios no se trasladaran íntegramente ni a los márgenes empresariales ni a los incrementos salariales para que esas subidas de precios no se retroalimenten. Pero los números señalan que ese pacto no se está produciendo de forma equilibrada.
Por la parte de los salarios, las cifras indican que la contención se está produciendo. Con los últimos datos del Ministerio de Trabajo, algo menos de 2,3 millones de trabajadores con convenio colectivo, una tercera parte, registraban subidas superiores al 2,5% el pasado agosto.
En el lado empresarial, la central de Balances del Banco de España, con datos de 465.000 compañías, certificaba que, en el primer semestre del año, y a pesar de la subida de la inflación y el impacto de la guerra en Ucrania, los beneficios de las empresas están creciendo de forma importante y sus niveles de rentabilidad se sitúan en los registrados antes de la pandemia.
“Muchas empresas están salvaguardando los márgenes y mejorando sus resultados empresariales en este contexto. Son las mismas patronales que están bloqueando la negociación de los convenios con posiciones muy cicateras, con una visión cortoplacista de los problemas del país y sin ninguna voluntad de desatascar la negociación colectiva de 2022 y de los años venideros”, criticaba el responsable de Comisiones Obreras, Unai Sordo.
Cláusulas de revisión salarial
Con las movilizaciones ya anunciadas, los sindicatos pretenden presionar a la CEOE a volver a la mesa de negociación del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Este acuerdo supone un marco general de referencia para el desarrollo luego de todos los aspectos que se incluyen en los convenios colectivos.
Cuando en mayo se rompieron las negociaciones entre los agentes sociales, los sindicatos apostaban por acordar unas subidas de los salarios para este año del 3,5%, del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024. Era misma propuesta que la patronal que, sin embargo, no aceptaba incluir en ella cláusulas de revisión salarial para recuperar la pérdida de poder adquisitivo provocada por el mayor aumento de la inflación. Argumentaban que esos mecanismo contribuirían a aumentar las tensiones al alza de los precios.
Aun así, y a pesar de que el Acuerdo de Negociación Colectiva permanece bloqueado, cada vez son más los convenios que están incluyendo esas cláusulas de salvaguarda para compensar a los trabajadores de “sorpresas inflacionistas”.
Según el Banco de España, con datos disponibles hasta agosto, el 25% de los trabajadores con convenio ya firmado para este año estarían afectados por dichas cláusulas. Es un porcentaje muy superior al 16,6% del observado en el promedio de los últimos ocho años. Además, se estima que hasta un 45% de los trabajadores con convenio ya firmado para el año que viene contaría también con esa protección ante el aumento de los precios.
Reanudar las negociaciones
Ese escenario que en mayo partía de una revalorización salarial del 3,5% para este año ya no es hay asumible por los sindicatos. CCOO y UGT abogan ahora por retomar la negociación con una subida inicial del 4,5%, en relación, dicen, con el aumento que se ha producido en estos meses de la inflación subyacente (la que no incluye energía ni alimentos frescos).
Y aunque acusan a la patronal de no moverse de su posición inicial y no proponer alternativas para desbloquear la situación, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, aseguraba hace solo unos días que la organización empresarial estaba dispuesta a sentarse a negociar el acuerdo salarial con los sindicatos sin necesidad de que estos se movilizaran.
A la espera de ver si unos y otros vuelven a sentarse a negociar la subida de los salarios, la ministra de Trabajo, reclamaba a comienzos de semana más esfuerzos para retomar las conversaciones. Yolanda Díaz pedía a las organizaciones sociales "altura de miras" y advertía de las consecuencias económicas de prolongar por mas tiempo la pérdida de poder adquisitivo. "La reducción del consumo, de la demanda interna y del crecimiento económico sí sería un verdadero efecto de segunda ronda", sentenciaba.