Las tres fugas que desde este martes afectan a los gasoductos Nord Stream 1 y 2, operados por Gazprom en el Báltico, han puesto en alerta a Alemania, Dinamarca y Suecia. Dos de los escapes se han registrado en el NS1 al noreste de la isla danesa de Bornholm, y otro en el gasoducto NS2, a 70 metros de profundidad.
Las teorías sobre el origen del incidente van desde el "sabotaje" hasta el "ataque terrorista", y lo sorprendente es que no todas apuntan a Rusia. Algunos analistas se preguntan qué gana Rusia atentando contra una de sus infraestructuras, clave en la guerra energética con Europa. Sobre todo, porque el NS1 lleva semanas paralizado y el N2 dos nunca ha estado operativo.
Al fin y al cabo, si Rusia quiere dejar a Europa sin gas solo tiene que cerrar el grifo.
Entonces, ¿quién sale ganando al dañar las instalaciones? El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, cree que "no beneficia a nadie"
Lo que único que se ha confirmado es que en el área de los gasoductos se registraron dos explosiones y que las tuberías presentan agujeros y grietas. La Red Nacional Sísmica de Suecia (RNSS) detectó los estallidos, uno de ellos con una fuerza de 2.3. Se produjeron a las 2:03 horas del lunes y, poco después, a las 7:04.
Según el folleto de la compañía, cada sección de la tubería de Nord Stream1 tiene una caja de acero de 2,7 a 4,1 cm de grosor y que a su vez está recubierta por una capa de hormigón de entre 6 y 11 cm.
En declaraciones a la televisión pública SVT, Bjorn Lund, profesor de la RNSS, ha asegurado que "no cabe duda de que se produjeron explosiones", que quedaron registradas en 30 estaciones de medición.
Para Ucrania, lo que ha ocurrido es un "ataque terrorista" perpetrado por el Kremlin. El asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ha señalado con este "acto de agresión" Vladimir Putin quiere "desestabilizar la situación económica" en Europa y "provocar el pánico antes del invierno".
La Comisión Europea investiga qué ha ocurrido y considera que "en este punto es prematuro especular sobre las causas". El portavoz de Energía, Tim McPhie, ha explicado que el Ejecutivo comunitario está siguiendo "los acontecimientos de cerca con los Estados miembro afectados".
Sin atreverse a hablar de sabotaje, Bruselas reitera que "condenaría cualquier acto" de tal índole en cualquier infraestructura. Además, analiza el potencial impacto de estas fugas de metano.
Polonia, Dinamarca y Noruega se refieren abiertamente a un acto de "sabotaje". "Podemos ver claramente que es un acto de sabotaje, un acto que probablemente marca la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que hacemos frente en Ucrania", ha dicho el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, que ha afirmado que "Nord Stream, es un gasoducto a través del que fluye sangre ucraniana".
Por su parte, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha afirmado que "no se puede descartar que se trate de un sabotaje", ya que "es difícil imaginar" que las fugas de gas "sean accidentales". Noruega se ha sumado a estas sospechas por medio del ministro de Petróleo y Energía, Terje Aasland.
Otro elemento a tener en cuenta es que el incidente se ha producido casi al mismo tiempo que se inauguraba el Baltic Pipe, una infraestructura llamada a ser clave para aprovisionar a Polonia, que permitirá restar su actual dependencia del gas ruso.
El gasoducto tiene capacidad para transportar 10 bcm de gas desde el noruego Mar del Norte, hasta Polonia pasando por Dinamarca. En sentido inverso, tiene capacidad para 3 bcm desde Polonia hasta Dinamarca.
En medio de las especulaciones, algunos analistas platean una pregunta que bordea lo conspiranoico: ¿Y si Estados Unidos fuera el causante (intencionadamente o no) del incidente? Recuerdan que el 2 de septiembre, varios helicópteros de EEUU realizaron maniobras siguiendo la trayectoria del Nord Stream 2.
También apuntan que el pasado mes de junio, en el marco de las maniobras BALTOPS 22, EEUU experimentó en la zona de la isla de Bornholm con drones submarinos.
Y sobre todo, recuperan unas declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cuando le preguntaron: "Si Rusia invade Ucrania, ¿acabará EEUU con el Nord Stream 2 y cómo lo haría si el proyecto está controlado por Alemania?" A lo que Biden respondió: "Le prometo que seremos capaces de hacerlo".