La crisis energética amenaza con dejar sin papel higiénico a los alemanes, ¿y en España?
La subida de la energía, las materia primas y la rotura de las cadenas de suministro dispara los costes de la industria papelera
El aumento del precio del gas ha provocado que los costes energéticos, que suponen un tercio del total, se hayan multiplicado por cinco
En Alemania, uno de los principales productores de papel higiénico acaba de anunciar su quiebra
La imagen de las estanterías de papel higiénico arrasadas al comienzo de la pandemia, convertida ya en meme para hablar de cualquier producto básico del que haya escasez, podría repetirse próximamente en algunos países centroeuropeos. La amenaza, en este caso, está provocada por el impacto en la industria del papel de los precios del gas, que se han multiplicado como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.
En Alemania, la compañía, Hakle, uno de los fabricantes más importantes de papel higiénico con sede en Düsseldorf, se declaraba a principios de mes en bancarrota. La razón es la imposibilidad de repercutir en sus precios de venta todas las subidas de la energía, las materias primas y el transporte que han acumulado en los últimos meses.
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“El incremento de la energía está suponiendo un aumento muy importante de los costes de producción en la industria papelera, en general, y en la del papel higiénico en particular. Pero, a diferencia de Alemania, donde sí sobrevuela un escenario de potencial reducción del suministro de gas a la industria, que puede obligar a interrumpir la producción, en España no se produce esa situación”, explica Carlos Reinoso, director general de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (ASPAPEL)
Sin restricción de papel, pero más caro
En España, dice Reinoso (y ha repetido insistentemente el Gobierno), la estructura y el diseño de las instalaciones gasísticas, hace que no se prevean problemas de suministro ni a la industria ni a los hogares. Lo que supone una gran diferencia con Alemania que, por su fuerte dependencia del gas ruso, se está ya preparando para la posibilidad de afrontar restricciones durante el próximo invierno tras el cierre total del gaseoducto Nord Stream 1.
“Aquí las fábricas seguirán produciendo a ritmos normales, tal y como están haciendo ahora. Otra cosa distinta son los costes de producción. Venimos sufriendo subidas exponenciales y eso, lógicamente, se está reflejando en los precios. Estamos hablando de un tema de precios, que no es una cosa menor, pero no de disponibilidad”, reitera el responsable de la patronal papelera.
Aun así, asegura ni en Alemania ni en otros países centroeuropeos a los que están monitorizando se están produciendo aun problemas de desabastecimiento importantes. Tan solo se están registrando dificultades puntuales en fábricas que decidan parar, reducir o modular su producción por motivos energéticos. “En ningún caso se ha llegado a situaciones de falta de aprovisionamiento”.
Por eso alerta a la población de evitar llevar a cabo los acopios que se realizaron al comienzo de la pandemia y que generaron desequilibrios puntuales de abastecimiento.
“Sin ninguna razón que lo justificara, porque las fábricas no dejaron de funcionar, se produjo una especie de histeria colectiva en la que todos corrimos al supermercado para acumular. Lógicamente no se daba abasto a reponer y los lineales vacíos creaban aun mayor sensación de miedo. Ahora decimos lo mismo que entonces: tranquilidad. Ni en la pandemia hubo motivo para el pánico ni lo hay ahora”.
Apoyo para afrontar la subida de los costes
Lo que sí preocupa al sector de fabricación del papel higiénico, que en España está formado por diez grandes empresas que producen en una docena de fábricas y dan empleo directo a 2.000 (y a otras 10.000 de forma indirecta), son los costes de producción, que no cesan de subir desde hace meses.
“Sufrimos incrementos en las materias primas, subidas muy fuertes en los costes logísticos y de transporte derivados del encarecimiento de los carburantes. También supuso un aumento de los costes importante el problema con los fletes marítimos desde China y la ruptura de las cadenas de suministro... pero el elemento diferencial de esta crisis han sido los costes energéticos. En la industria papelera suponen cerca de un 30% del total de los costes de producción y se han llegado a multiplicar hasta por cinco”, explica Reinoso.
Para evitar la espiral inflacionista que supone trasladar esas subidas a los clientes, reclama al Gobierno ayudas como las que se están poniendo en marcha, precisamente, en Alemania. Allí el Ejecutivo de Scholz ha anunciado una extensión del paquete de ayudas de 5.000 millones aprobado en julio para empresas con uso intensivo de energía.
“Aquí también ha habido algunas ayudas, pero es necesario articular más medidas, porque estamos compitiendo en una industria global y lo que es determinante es cuál es el diferencial entre nosotros y los competidores europeos”, reclama el directivo de ASPAPEL, que asegura que han traslado al Gobierno propuestas que creen que deberían ponerse en marcha las próximas semanas.
La más urgente, dicen, es la medida que permitiría recuperar totalmente la actividad de las plantas de cogeneración, una tecnología que usa de forma muy importante la industria papelera y en la que se han realizado grandes inversiones, ya que con el mismo gas se puede producir más energía térmica y eléctrica. El Ejecutivo aprobó este martes incluirlas en el mecanismo ibérico, algo que no sucedió desde la entrada en vigor del sistema y que provocó la parada de hasta un 70% de ellas.
"La decisión trae alivio, pero no a todas las plantas, ya que según el tipo de contrato que tengan de suministro de gas pueden beneficiarse o no". Por eso reclaman al Gobierno que apruebe una segunda medida destinada a revisar y actualizar el régimen retributivo de las plantas de acuerdo con el precio real que están pagando del gas.
Aun así, Reinoso insiste en la fortaleza de la industria del papel, que impedirá que se repitan escenas como las vividas en pandemia. "A diferencia de lo que vivimos con otros productos en los que no teníamos soberanía industrial, como las mascarillas, en esto tenemos capacidad para atender la producción y la demanda. El suministro de papel higiénico está asegurado"