A prueba: Peugeot 308 SW Hybrid, el familiar que demuestra que su racionalidad es una gran opción

Nos siguen gustando los todocamino. El mercado lo demuestra con un porcentaje de ventas en España que no baja de la media mensual aproximada del 70% del total de las ventas de vehículos nuevos.

Pero quizá la crisis nos devuelva a opciones más tradicionales, casi con seguridad igual de prácticas y posiblemente más baratas. Una de “las de siempre” son las berlinas familiares. Aunque aquí en España nunca llegaron a cuajar tanto como en Europa -donde antes de la llegada de los todocamino eran una de las principales opciones de compra- los entendidos ya esperan una especie de resurgimiento en su número de matriculaciones.

¿Las razones? Es una opción espaciosa, cómoda y ahorradora frente a los actuales “reyes” del mercado, más voluminosos y quizá aparentes. Por un lado, los “ranchera” como antes se denominaban los “station wagon” como el Peugeot 308 SW que hoy analizaremos, aportan el mismo o muy similar espacio para carga y pasajeros. Pero van más pegados al asfalto y su carrocería es más aerodinámica, menos pesada y ofrece una menor resistencia al aire, características todas ellas que ayudan a obtener consumos más aquilatados. Esto les hace posicionarse como una opción quizá más racional e igual de versátil en nuestros traslados con la familia. Otro motivo que se da, aunque en menor medida, es un cierto deseo de buscar opciones de carrocería originales, que les alejen de ese 70% de compradores de “la única” carrocería.

Cómo es

Hoy hablaremos del 308 SW Hybrid, un enchufable que suma a las ventajas explicadas la ansiada etiqueta Cero de la DGT. Eso nos habilitará a olvidarnos de los límites de las Zonas de Bajas Emisiones, y nos permitirá aparcar gratuitamente en las zonas coloreadas de nuestras ciudades, entre otras ventajas.

El maletero es el que diferencia a este familiar de su hermano de cinco puertas. Por tanto, vamos a diseccionarlo, explicando que tiene 548 litros de capacidad en esta versión híbrida enchufable. Una capacidad que se ve amplificada hasta los 1.574 litros máximo, si abatimos los asientos de la segunda fila. Estos se dividen en tres zonas y en proporción 40-20-40 y se bajan mediante unos tiradores montados en el propio maletero para que sea sencillo plegarlos. La zona resultante queda prácticamente plana. Sus formas son muy regulares y la altura de la boca de carga queda relativamente baja (63 cm del suelo) por lo que es cómodo trabajar en él. Por otro lado cuenta con unos bolsillos con redes a los lados y unas anillas para poder sujetar bolsas. El maletero se cubre con una cortinilla que se puede llegar a retirar totalmente. El espacio de carga es muy versátil y largo. Tanto que es capaz de acoger una tabla de surf de las más pequeñas entre el respaldo del conductor y el portón del equipaje, por ejemplo. Además, el portón era eléctrico en la versión probada.

Este 308 SW mide 4,63 metros de largo por 1,85 m de ancho y 1,44 m de alto. Su distancia entre ejes ha crecido desde los 2,67 metros del modelo al que sustituye hasta los 2,73 metros. Esa diferencia de la batalla influye positivamente en el espacio para piernas de los pasajeros traseros. También el ancho del habitáculo en su interior ha crecido y es uno de los mayores del segmento. Ahora cinco pasajeros son factibles si el del centro es un niño o una persona de poco volumen.

La potencia máxima combinada de sus dos motores es de 181 CV, con un par motor de 360 CV. Estas cifras que hoy nos parecen normales, hace diez años no estaban al alcance de tantos modelos y eran de auténtico deportivo hace veinte años. Esto hace que su velocidad máxima sea de 225 km/h y logre una aceleración desde parado hasta los 100 km/h en 7,7 segundos, lo que es una cifra espectacular para un modelo de su peso -1.734 kg- y características.

Combina un motor a gasolina de 150 CV con inyección directa, turbo y sistema de arranque y parada, con otro eléctrico de 110 CV. (Las potencias no se suman porque no se entregan siempre en el mismo momento). La batería es de 12,4 kWh, cuya potencia de carga máxima en corriente alterna (un enchufe mural o punto de recarga) es de 7,4 kW, mientras en un enchufe casero es de 3,7 kW. La batería tarda 1,7 horas y 3,4 horas en cargarse, respectivamente.

La tracción es delantera, con un cambio de marchas automático de ocho velocidades con levas en el volante y tres modos de conducción: normal, eco y sport.

Cómo va

El Peugeot 308 SW Hybrid es un gran rutero. Es capaz de mantener altas velocidades en autopista o autovía sin perder la compostura, pero también de afrontar caminos con ciertas garantías. Es una dualidad que mantiene gracias a un buen equilibrio entre dureza de suspensión y confort para los pasajeros, que permitirá al conductor disfrutar de la conducción en casi todos los ámbitos.

En cuanto al interior, es moderno y tecnológico. Su “i-cockpit” como denomina Peugeot a su conjunto de instrumentación destaca por ser altamente configurable. Quizá lo más novedoso son unos botones digitales justo debajo de la pantalla central del infoentretenimiento que dan acceso directo a funciones específicas. Es posible personalizar la temperatura del climatizador, la llamada a una persona, una dirección específica, como la casa o el trabajo, por ejemplo... Además, bajo este “primer escalón” digital de accesos rápidos se encuentra otro más que añade una serie de teclas como de piano, que otorgan acceso rápido a funciones específicas como la climatización. Peugeot insiste en su practicidad una vez que el usuario se acostumbre a usar todos esos mandos, ya que permite personalizar mucho el habitáculo. Si a esos accesos rápidos le sumamos el control por voz, lo cierto es que tenemos muchas formas de ejecutar acciones mientras conducimos sin tener que apartar en exceso las manos del volante. ¿Demasiada duplicidad? Es muy posible que a los conductores más tecnológicos les encante, pero también supone seguro un incremento del precio del modelo. Quizá la apuesta sea ganadora en un mundo cada vez más volcado hacia las pantallas.

El maletero está entre los más grandes del segmento. Es cierto que en la versión híbrida pierde 50 litros debido a las baterías, lo que impide contar con un doble fondo que sí aportan las versiones térmicas. Pero aún así sus 548 litros dan para mucho y si cuentan con la versatilidad de este, aún más.

Y en cuanto a los consumos hicimos un recorrido básicamente de autopista con pendientes pronunciadas y algo de carreteras secundarias. El resumen es que creemos que es posible rondar la media de los 6,5 litros a los cien en un recorrido combinado y en una conducción sujeta a los actuales límites de velocidad. Insistimos que, como buen híbrido enchufable, se le sacará partido si adoptamos la rutina de recargarlo de lunes a viernes para cubrir los desplazamientos habituales siempre en el modo eléctrico. Peugeot afirma que este 308 SW entrega 66 km de autonomía no térmica en ciclo WLTP. Con ello es muy posible que una cuarta parte de nuestro kilometraje (si somos de hacer escapadas o tenemos una segunda vivienda habitual) la efectuemos en modo eléctrico. Es una buena parte del pastel y además obtenemos la etiqueta Cero para entrar a la ciudad “como señores”.

¿Interesa?

En tiempos de crisis cuando hay que ajustar gastos, las opciones clásicas y racionales como los familiares recuperan protagonismo. Este híbrido enchufable aporta incluso una mayor dosis de racionalidad al solventar problemas propios de las ciudades con su etiqueta Cero Emisiones.

En el configurador de Peugeot, este modelo en su versión de acceso Active Pack se ofrece con un precio a partir de 36.630 euros. A eso hay que sumarle los 415 euros del cable de carga imprescindible, lo que deja su precio en 37.044 euros de precio venta al público. Se trata de un precio elevado, pero quizá no tanto para un híbrido enchufable de estas características, sobre todo si tenemos en cuenta sus ventajas. Ahora bien, es cierto que si elegimos el motor a gasolina de 130 CV, el precio parte de los 28.900 euros PVP, lo que dependiendo de nuestras necesidades nos puede hacer pensar.

La valoración final del vehículo no puede ser menos que positiva. Luego, la elección personal de lo que más nos conviene es posible que sea bueno realizarla finalmente en el concesionario.

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