El turismo no se frena con el final del verano: “El temido parón no se está produciendo”

Los peores augurios para el sector turístico no se están cumpliendo. Tras una magnifica temporada estival el ritmo de reservas y ventas se mantiene a escasos días de que arranque el otoño. La brusca desaceleración de la actividad tras el verano que se preveía por el fuerte aumento de los precios y la incertidumbre económica no se está produciendo. “Al menos, en este momento”, señala Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje.

Y es que, en el sector, tras la pandemia -con sus consecutivas olas que frenaron varios intentos de recuperación-, y la posterior guerra de Rusia en Ucrania, son muy pocos los que se atreven ya a hacer pronósticos a largo plazo.

“Lo que es una realidad es que desde Semana Santa hasta verano la actividad ha ido mejorando mes a mes, y que la situación a día de hoy es muy buena. Y se debe a varias razones: por un lado, en septiembre han arrancado los viajes corporativos y lo han hecho con fuerza. Tanto las pymes como las grandes empresas han empezado a viajar. Además, ahora comienza también la campaña de los viajes del Imserso, que son un millón de plazas que movemos las agencias”.

Todo esto, junto a los viajes de los que retrasan las vacaciones al final del verano, permite dibujar un escenario optimista. “Creíamos que este mes ya habría una bajada en septiembre y no se ha producido, el ritmo sigue siendo muy elevado. El parón no se está produciendo en ninguno de los campos, al revés, notamos un crecimiento progresivo”.

Pese a estas buenas noticias, el presidente de CEAV no olvida los factores que preocupan al sector: “Es cierto que hay incertidumbre, sobre todo por la inflación y la subida de los precios de los viajes. Esto podría hacer que la actividad aflojara en el último trimestre, pero a día de hoy la situación es muy buena y el flujo de ventas que estamos teniendo en las agencias es muy alto”, señala.

Con todo, el cambio de hábitos durante la crisis sanitaria ha complicado mucho, dice Garrido, hacer previsiones de facturación para los próximos meses. “Hay un factor muy importante que ha cambiado: el tiempo para hacer las reservas. Si cruzamos las que tenemos ahora con las de 2019, probablemente estén por debajo, pero se debe a que la gente cada vez está reservando más a última hora”.

El verano, que ha certificado la recuperación del sector, tras dos años muy difíciles, ha dejado datos muy positivos, sobre todo en el turismo doméstico. Pero también, dice el responsable de las agencias de viajes, en los viajes de pequeñas empresas y en la recuperación de los vinculados a eventos, congresos y ferias, que se sitúan en términos muy similares a los de 2019, un año en que se batieron récords en todos los segmentos.

“Sabíamos que iba a pasar, pero este tipo de viajes necesitaban algo más de tiempo para recuperarse porque se programan con mucha más antelación. Y en los tres últimos meses se ya ha registrado un gran volumen de actividad en este segmento. Todo esto se traduce en un muy buen ritmo de facturación durante el año, a excepción de los meses de enero y febrero. Un ritmo que se está manteniendo en septiembre, que mantiene la tendencia de los meses de verano”.

Los datos positivos, reitera, se extienden también a la actividad de los turoperadores, que no notan ninguna ralentización en el mercado británico y alemán, principales clientes internacionales del turismo español. “Se nota incluso un cierto incremento en los destinos más visitados en esta época que son Baleares y Canarias. Está siendo muy bueno tanto el ritmo de reservas, tanto en número como la duración de las estancias”.

Por lo que respecta a las salidas de los españoles al exterior, las cifras muestran que también se han comportado bien, incluso cuando una parte de los mercados asiáticos grandes receptores de turistas, como Japón, China y Corea han permanecido cerrados y es ahora cuando han empezado a reabrir sus fronteras. “Los españoles no han dejado de viajar al exterior, han optado por irse a otros sitios. Se ha producido un incremento de turistas muy importante a Estados Unidos, a pesar incluso de la debilidad del euro frente al dólar”

Este escenario de aluvión de reservas se explica, dice Garrido, por las enormes ganas que había de viajar tras dos años de restricciones. Un efecto champán que no parece haberse agotado. “Aun así, queremos ser prudentes, porque la coyuntura no parece adaptarse a estos datos y en cualquier momento podría llegar el parón”.

 Más allá de lo que pueda deparar al sector el último trimestre del año, el presidente de CEAV destaca que la buena evolución del turismo durante la temporada alta ha permitido salvar las ventas más importantes del año y dar un impulso a la recuperación de las agencias de viajes, la actividad que resultó más dañada por la pandemia.

 “En 2020 la caída de la facturación fue del 90%, el segundo año facturamos del 50%, eso supuso una embestida que ningún otro sector hubiera aguantado. Llegamos a registrar una destrucción de empleo del 20%, de la que ya se ha recuperado más de la mitad en los últimos seis meses”.

Por eso Garrido defiende que los problemas que has arrastrado en los últimos años se deben a una cuestión coyuntural provocada por el covid y no al modelo de negocio. “En este tiempo nosotros hemos gestionado todos los cambios y los problemas que se generaron por la pandemia, y eso ha hecho que clientes y proveedores se hayan dado cuenta del valor de la intermediación en la comercialización de viajes”.

El sector es el único que está incluido en el mecanismo RED, los nuevos ERTE incluidos en la reforma laboral. “Son muy pocos los trabajadores que quedan en esta situación y confiamos en que en los próximos meses se recuperará a todo ese personal y la totalidad del empleo destruido. Ya podemos hablar de un sector en recuperación y con buenas perspectivas”.