La subida del precio de los alimentos no da tregua. Durante el mes de agosto se encarecieron un 13,8% respecto al mismo periodo del año anterior. La cifra está tres puntos por encima de la tasa general de inflación, que se moderó ligeramente en comparación con el máximo alcanzado en julio y se situó en el 10,5%, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística.
Los alimentos fueron los productos cuyo precio más subió el mes pasado, solo por detrás de la electricidad, y su aumento tiene un gran impacto en la economía de los hogares. Esto explica la propuesta de la vicepresidenta del Gobierno que apuesta por acordar con las grandes distribuidoras una cesta con productos básicos a un precio asequible. Ese carrito con alimentos frescos esenciales debería incluir, dijo Yolanda Díaz, “carne, pescado, frutas, hortalizas, huevos y lácteos”.
Los precios de todos estos productos acumulan elevadas subidas en el último año, que han seguido acelerándose en las últimas semanas. Las más abultadas, en comparación interanual, corresponden aceites comestibles (no incluye aceite de oliva y se refiere, fundamentalmente, al de girasol), que son un 71% más caros que en agosto de 2021.
Por detrás, se sitúa la harina, por la que se está pagando casi un 40% más. Un incremento que explica también las subidas de las pastas alimenticias (30%), de los productos de panadería (25) o del pan (15,2).
En términos mensuales, destaca, especialmente, el aumento del precio de la mantequilla que ha subido un 4,6% respecto a julio. Y también el de la fruta en conserva y las legumbres y hortalizas congeladas, que crece más de un 3%.
Atendiendo a los alimentos que la vicepresidenta segunda quiere incluir en esa cesta de la compra asequible, los últimos datos del IPC arrojan que ese carrito de productos esenciales habría sufrido una subida media cercana al 17% en el último año.
Según los datos del INE, la carne de vacuno se ha encarecido un 15,2% respecto a agosto de 2021. El incremento es más abultado aun en la carne de ave, que es ahora un 17,6% más cara que hace un año. El principal motivo es el aumento de los precios de la energía empleada en la producción y también el encarecimiento del pienso para alimentar a los animales.
Todos los tipos de carne que se monitorizan en el Índice de Precios al Consumo señalan que los precios siguieron subiendo respecto a los precios registrados en julio.
El pescado fresco subió un 9,7% en comparación interanual, pero se abarató un 2% respecto al mes anterior. Por el contrario, el pescado congelado es un 10,8% más caro que hace un año y su precio sigue subiendo. También lo hace el marisco (que no está en la cesta de productos básicos) y los procesados ahumados o conservados.
En agosto pagamos la fruta fresca un 12,1% más cara que en el mismo periodo del año anterior, aunque el precio se redujo frente al que marcaba un mes antes. En cambio, los productos elaborados a base de frutas aceleraron su encarecimiento, subiendo casi un 4% respecto a julio y un 18,3% respecto a 2021.
Los precios de las legumbres y hortalizas frescas están un 14,8% por encima de lo que marcaba hace un año, y si miramos el de las congeladas el aumento supera el 18%. Como en otros productos el encarecimiento de la energía explica buena parte de estas subidas, en las que ha influido también el impacto de la sequía.
Las patatas, por su parte, acumulan un incremento interanual del 15,3% y en todos los casos la tendencia de los precios sigue siendo ascendente.
Uno de los productos de la cesta básica de alimentos que más ha subido respecto a agosto de 2021 han sido los huevos. En este año se han encarecido un 22,4%, un aumento anual que mantienen desde hace meses. Además, el mes pasado sus precios volvieron a incrementarse respecto a los marcados en julio.
El carrito a precios asequibles que impulsa la vicepresidenta Díaz se completaría con un lácteo, un producto que también está acusando de forma muy importante la subida de la inflación. En concreto, la leche entera costó en agosto un 26% más; los yogures registraron un aumento del 17%; el queso, casi un 14%. Todos ellos subieron, también, respecto a julio, con incrementos superiores al 2,5% en el caso de la leche.