El hielo se ha convertido en uno de los productos más cotizados este verano. En Málaga, en plena Feria, la demanda se dispara y aquí viene la polémica: los comerciantes denuncian que los vendedores ambulantes ya venden los cubitos a cinco euros la bolsa, mientras que en las casetas, donde cumplen con la normativa, están a ocho.
Dentro de las casetas, nos encontramos con la gente consumiendo. Pero en las explanadas de los aledaños, a pocos metros del Real, miles de jóvenes hacen botellón previo. Los vendedores ambulantes lo saben, de modo que se pasean por la zona con luces de neón y carritos de la compra. Y atención, porque la bolsa se mueve entre los cinco y los 10 euros. "No pago eso ni de coña. Me bebo el cubata caliente", comenta un joven.
La policía puede invitarles a abandonar la explanada -a los vendedores ambulantes-, pero no multarles. Una situación que perjudica al máximo a las casetas y a los puestos que pagan todos sus impuestos. "Nosotros estamos comprando a un precio de locura el hielo, para que haya gente vendiendo esa bolsa al triple todavía", señala Santiago Vitorgán, resposable de una caseta.
"Y este año, como nadie ha fabricado porque la luz estaba muy cara, el problema que tenemos es que los precios se han disparado", comenta un vecino respecto a la situación del precio del hielo. El alquiler de un kiosko ha subido un 13% tras el parón de la pandemia, sin contar los gastos de luz y de agua que evidentemente se ahorran los vendedores ambulantes.