A prueba: Suzuki Jimny Pro, el especialista del todoterreno auténtico más asequible del mercado
Por 21.450 € te llevas a la vez uno de los mejores 4x4, uno de los coches más deseados y uno de los coches que menos se desvalorizan
Pierde los dos asientos traseros porque ahora solo se homologa como vehículo comercial ligero en la categoría N1
El pequeño tamaño y su estética simpática hacen que muchos llamen “juguete” al Suzuki Jimny. Yo no estoy en absoluto de acuerdo y mucho menos en esta variante Pro de la cuarta generación. Todo lo contrario, el Jimny de Suzuki es un coche muy serio al que hay que respetar y mucho. Y lo vamos a ir demostrando en este artículo.
Para empezar, Suzuki ya da una ligera idea al categorizarlo como vehículo profesional con categoría N1. Eso hace que pierda los asientos traseros e incluya una rejilla de separación entre los delanteros y hasta el techo con la zona de carga trasera. También supone que a partir de los seis años tengas que pasar la ITV todos los años (y luego a partir de los 10 años, una vez cada seis meses). Finalmente, que en autovías y autopistas no puedas pasar de 90 km/h si no quieres que te puedan multar.
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Por otro lado, sus capacidades 4x4 son parecidas a las de vehículos que son la “nobleza” de los todoterrenos a nivel mundial como el Jeep Wrangler, Land Rover Defender o Mercedes Clase G. Y esto lo consigue con un precio “asequible” de 21.450 euros.
Pero el ser un especialista quiere decir que su conducción tiene peculiaridades que hay que conocer, tanto al practicar todoterreno como en la conducción habitual, y que iremos desgranando por aquí.
Además, solo tiene una motorización a gasolina -etiqueta C de la DGT, ojo urbanitas- y con cambio manual en un coche bonito y agradable pero espartano tanto en su interior como en otros aspectos como la conectividad.
Por otro lado, su mecánica es relativamente sencilla, o al menos da pie a que podamos trabajar con ella. Esto quiere decir que quien tenga conocimientos mecánicos podrá salir él solito de ciertos arreglos sin tener que llevar el coche al taller por todo, como sucede en la gran mayoría de coches actuales, que incluso llevan recubierto casi todo el motor.
Cómo es
La primera duda a responder es ¿por qué tiene categoría N1 para vehículos profesionales, lo que significa perder clientes? Sus emisiones son la clave. En una Europa en la que el límite de emisiones son 95 g/km, las multas que la UE impondría a Suzuki por cada unidad de un modelo que emite 173 g/km en la categoría de turismos “normal” (M1) excederían los posibles beneficios por su venta. En cambio la categoría N1 les permite alcanzar las 145 g/km y no 95 g/km como el resto de vehículos, reduciendo así el total a pagar.
- Es uno de los modelos más pequeños del mercado, con 3,48 metros de largo (3,63 contando la rueda trasera que monta en su portón trasero), 1,65 m de ancho y 1,72 metros de alto. Entre ejes cuenta con 2,25 metros. Es un biplaza, pero al perder los dos asientos traseros ahora cuenta con una capacidad de 863 litros en su espacio de carga.
- Pesa 1.165 kilos, lo que es poco en general, aunque no tan poco para un coche de su tamaño. Además su altura libre al suelo es de 21 cm, lo que junto a su altura hacen que su centro de gravedad quede elevado, con todo lo que eso supone para la conducción.
- Sus ángulos todoterreno son magníficos: 37 grados el de ataque, 49 grados el de salida (el mejor de serie entre los TT) y 28 el ventral (lo que junto a su tamaño hace que remonte cualquier pico).
- El chasis escalonado de largueros y travesaños, sus ejes rígidos en el eje trasero y delantero, y su sistema de tracción AllGrip conectable que incluye reductora de marchas, generan un conjunto difícil de superar en “excursiones” campestres. Su caja de cambios es manual de cinco velocidades. Los frenos son de disco en el eje delantero y de tambor sobredimensionados en el trasero.
- El motor a gasolina de 1.5 litros de capacidad es atmosférico (sin apoyo de turbo) y ofrece 102 CV de potencia con un par de empuje de 130 Nm, que junto a su peso contenido le permiten remontar cualquier obstáculo. Su velocidad máxima es de 145 km/h.
- En cuanto a ayudas a la conducción tiene un control de tracción muy bueno que supone una de sus mejores armas en conducción fuera del asfalto. Con una rueda en el aire, la idea es acelerar paulatinamente para que haga el reparto de la tracción correctamente. Aporta también control de velocidad no adaptativa, control de mantenimiento de carril, y alerta de colisión frontal con frenada de emergencia.
- En cuanto a aspectos de comodidad cuenta con asientos calefactados, aire acondicionado, apertura remota de puertas con mando a distancia y elevalunas eléctricos. Todos los mandos están pensados para ser manejados sin problemas con guantes de trabajo.
Cómo va
Quizá lo primero que hay que decir de este Jimny es que está pensado para durar. De nuevo hay que recordar que es una versión profesional, es decir, que hay cosas como el sistema de infoentretenimiento con navegador que han dejado de ser una prioridad. Sus faros pasan de ser de ledes a ser halógenos y en su interior son norma los plásticos duros, eso sí, muy bien rematados y ajustados (ni un solo ruidito molesto). Cuenta con Bluetooth para poder integrar el móvil.
El Jimny no es el coche más aerodinámico del mundo. De hecho, sus formas tan rectangulares -que no son importantes atravesando obstáculos a baja velocidad- le penalizan algo en los consumos y en cuanto a una mayor rumorosidad aerodinámica.
Arriba hablábamos de su centro de gravedad algo elevado, lo que le supone un balanceo algo superior al de otros modelos. Es algo habitual en los 4x4. Pero hay que tenerlo en cuenta a la hora de conducir ya que su estabilidad en maniobras bruscas de la dirección puede verse ligeramente afectada. Y en campo hay que vigilar su inclinación lateral.
En poblaciones de calles estrechas, sus pequeñas dimensiones y la capacidad de giro le convierten en un gran aliado. Su desempeño es mucho mejor que en autovías y autopistas, donde se nota algo fuera de su hábitat natural, con una dirección no muy comunicativa y que además tiene 4,5 vueltas entre topes, lo que supone tener que girar a fondo el volante cada vez que hay que tomar las curvas.
Otro detalle es que sus marchas son muy cortas, con lo que estaremos trabajando con la tercera, cuarta y quinta marchas la mayoría del tiempo, ya que la primera y segunda velocidades son para poco menos que arrancar, a menos que estemos en campo.
Y un detalle muy importante de la conducción es que conviene meter la reductora con la tracción total solo en condiciones en las que realmente sea necesario y nunca en carretera. De este modo conservaremos en buenas condiciones su sistema, que sino podría sufrir. Es decir, en carretera, a menos que no haya nieve o hielo (ni siquiera lluvia) no conviene forzar la tracción total.
En campo es donde su pequeño tamaño que le permite pasar por casi todos los caminos y su gran control de tracción, chasis reforzado y cotas, le convierten en una máquina casi imparable. Asombra los obstáculos que puede llegar a superar, atravesar o esquivar y en general con una sensación de poco esfuerzo. También sorprende lo eficaz que llega a resultar su motor, en combinación con el control de tracción. Eso sí, normalmente llega con llantas de asfalto que conviene cambiar, al menos por unas M+S con mayor capacidad de respuesta ante nieve y barro.
¿Interesa?
Ya hemos dado su precio que puedes encontrar en el configurador de precios de toda la gama Suzuki. Pero hay que contar un par de cosas. La primera es que gracias a su categoría como furgón (N1), te ahorras el impuesto de matriculación que incrementaría el precio en un 9,75%. Eso sí, tienes que demostrar que lo vas a usar al 100% en actividades profesionales (no sirven las actividades de transporte de pasajeros, obviamente). Si no cumples ese requisito, el precio se aumenta un 9,75%.
También hay que decir que posiblemente sea el coche con mejor valor residual del mercado, ya que de momento, en el mercado de segunda mano sus precios están disparados (al menos de la anterior versión no profesional). Es un coche muy deseado por su estética y por unas capacidades imposibles de encontrar a este nivel de precios.
Pero la realidad es que no es un coche para todos ni para todos los momentos. No es el coche ideal para comprarse cuando estás comenzando a conducir, ni si necesitas algo sencillo y fácil de llevar. Además, recuerda que solo cuenta con dos asientos. Así que el Jimny es un coche pensado para satisfacer las necesidades de todas esas personas que o bien son practicantes del todoterreno o bien viven o trabajan en entornos rurales o terrenos complicados, donde le sacarán gran partido a sus excelentes virtudes fuera de la carretera.
Eso sí, su estética y estilo retro son muy distintivos y llamativos y le otorgan un plus “marketiniano” haciéndolo ideal en servicios de mantenimiento, campañas de imagen, etc.
Así que la gran pregunta es ¿necesitas desplazarte con él mucho por autopista y autovía? ¿O más bien frecuentas las carreteras nacionales y comarcales y entornos complicados por condiciones climáticas y del terreno? Si la respuesta es afirmativa a la primera pregunta, el Jimny será un magnífico coche de capricho. Si tu situación queda mejor descrita en la segunda pregunta, entonces no lo dudes y al menos plantéatelo como opción, porque te llevarás una de las más eficaces herramientas de trabajo y de desplazamiento que existen en el mercado. Y por un precio muy asequible.