La muerte de varios trabajadores a causa de las altas temperaturas ha provocado que las empresas activen sus planes de prevención por la seguridad de sus empleados. Sin embargo, hay muchas profesiones que se quedan fuera de esta protección, porque tienen que pedalear o andar bajo el sol sí o sí. Ese es el caso de los repartidadores y los guías turísticos.
El repartidor fallecido ayer en Paracuellos del Jarama se desvaneció sin remedio, en una calle que lleva el irónico nombre de Sol. Los vecinos fueron testigo de la escena que terminó el levantamiento del cadáver, después de que los equipos del SAMUR intentaran reanimarlo.
Así lo cuenta una mujer que vive justo en una casa frente a la que ocurrió todo: "Lo atendieron sobre el asfalto le pusieron agua, hielo, pero nada murió en plena calle ".
La empresa encargada de la edición de la revista, que repartía el hombre de 56 años, subcontrataba la distribución a otra fundación, que tras lo ocurrido ha suspendido el reparto de la publicación.
Las voces más críticas hablan de que estos trabajadores son colectivos que deben revisar las condiciones de trabajo ante eventos como las olas de calor y modificar los protocolos, pero no siempre se puede hacer.
Hay profesiones que no tienen más remedio que salir en las franjas horarias de más calor, como los riders, que en los repartos de dos a cuatro es cuando más ingresos perciben. Justo en las horas en las que las temperaturas rozan los máximos.
Un rider en Cataluña se queja, sin embargo, de la dejadez de las empresas que no nos proporcionan nada. Ni agua, ni crema solar, ni ropa adecuada para soportar el calor. "En horas punta es cuando más se sufre".
Operarios municipales, guías turísticos... son muchas las profesiones que no pueden cambiar su horario
Los guías turísticos, los operarios también sufren las condiciones de un trabajo bajo el sol que no siempre pueden elegir la hora más favorable. Se enfrentan a la deshidratación, a la fatiga o a las quemaduras por el sol. En el peor de los casos, como estamos viendo en estos días a las emergencias, que no siempre acaban bien.