Los datos confirman que este verano las estancias en hoteles se acortan y estamos gastando menos en restauración. Los elevados precios están haciendo mella en nuestros bolsillos y cada vez optamos por comer más de menú y prescindir de los platos más caros.
Si la cesta de la compra se hace cuesta arriba y compruebas que los precios de los productos superan a los de Navidad, hay una alternativa. Comer de menú está de moda, puesto que ahorramos en productos de primera necesidad, en electricidad y tiempo. "Nosotros hemos mantenido los precios con la idea de vender más menús", explica un hostelero.
Se calcula que la cesta de la compra podría aumentar aproximadamente unos 600 años en comparación con el año anterior, unos 50 euros al mes.
"Antes con 100 euros compraba un montón y ahora todo es como por la mitad", afirma una mujer, mientras otra añade que "en general, cualquier cosa que compres vale el doble o el triple". "Todo ha subido, la leche, el atún, la fruta...", denuncian.
El menú del día es una forma de comer barato y que, a fin de mes, se note en el bolsillo. "Es que no queda otra, a la carta va a ser difícil ya", indica una señora.