Cloro, plancha y lavado: así se 'tortura' a un billete para comprobar su resistencia

  • Los billetes están hechos para durar y se les somete a ensayos físico-químicos como la lavadora, la plancha o el cloro de la piscina

  • Los billetes de 20€ y 50€ siguieron siendo los más falsificados, representando ambas denominaciones en torno a dos tercios del total

  • Las tintas utilizadas tienen diferentes componentes que no se pueden desvelar

Que los billetes y monedas no duran para siempre es una realidad, pero no por ello dejan de tener valor. Seguro que alguna vez ha lavado y luego planchado un billete de 10, 20 o 50 euros. También habrá pasado por sus manos algún billete pegado con cinta adhesiva o con las esquinas dobladas e incluso rotas, pero se sigue pudiendo pagar con ellos. Quizá se pregunte por qué no se rompen más o se deshacen al lavarse o plancharse. Muy sencillo los billetes son sometidos a una serie de pruebas de resistencia para que duren y duren a pesar de lo que les ocurra. "Eso sí, si quema un billete se quedará sin él, mejor no haga la prueba", explican desde el Banco de España.

Si un billete deteriorado lo lleva al Banco de España, se lo cambiarán por uno nuevo, previo análisis del billete, y lo retirarán de la circulación ¿Cuánta vida tiene un billete, después de pasar de mano en mano y en muchos casos de sufrir varios accidentes? La vida media de un billete son 6,88 años, aunque no todos duran lo mismo.

¿Cuál es la resistencia de los billetes?

"Los billetes están pensados para que duren. Su resistencia es alta y cuanto más duren mejor ya que esto tiene un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en los costes", explica Roberto Luque, responsable de la Unidad de Tecnología de Fabricación de Billetes del Banco de España.

Están pensados para durar y soportar condiciones de circulación con el público y las máquinas, así se minimiza su deterior prematuro. Su diseño productivo se encamina a garantizar la durabilidad de los billetes. Posteriormente cuando ya los billete están acabados se les somete a una batería de ensayos de resistencia físico-química para comprobar que los materiales empleados funcionan. Estos ensayos, intentan reproducir eventos accidentales que pudiera tener cualquier billete en circulación.

Se les somete a ensayos más agresivos que plausiblemente le puede ocurrir a un billete. Por ejemplo, una piscina con cloro, que es un elemento agresivo que puede deteriorar las tintas. La lavadora, la plancha, todo esto lo aguanta un billete. Se hace un muestreo de cada serie de billete. Se hace de forma estandarizada, aunque eso sí, no se hace todo lo que le puede pasar a un billete, un billete se puede quemar en un incendio, pero no se le somete a un lanzallamas porque está claro que ese billete se quemará y desaparecerá.

La vida media de un billete son 6,88 años.

Para entender como se llega a la vida media de un billete, Andrés Vicente, explica lo que es el ciclo del efectivo. "Los Banco Centrales ponemos en circulación billetes nuevos que nunca se han usado, recién fabricados, y los entregamos a los clientes, las entidades de crédito, que a su vez los distribuyen a las personas a través de cajeros automáticos o en ventanilla. Por ejemplo, el viernes una persona saca dinero, hace la compra el sábado en un supermercado y este comercio lleva el dinero al banco de nuevo. Cuando vuelen esos billetes lo primero que se hace es contarlos, luego determinamos su autenticidad y su estado de uso, a través de medios mecánicos, es decir, si el billete está sucio, roto o deteriorado. Aquellos billetes que juzgamos que no están preparados para volver a circular los destruimos y los cambiamos por otros nuevos. Los que están bien vuelven a la circulación", explica el experto. .

No se puede saber cuál es la vida real de un billete, se hace a través de cálculos matemáticos para sacar la vida media de un billete. "Normalmente suele pasar dos o tres veces por el ciclo del efectivo, que es el tiempo que transcurre desde que ponemos un billete nuevo en circulación hasta que lo destruimos. Así, podemos decir que a escala del eurosistema la vida media de un billete es de 6,88 años, aunque no todos los billetes tienen la misma vida media. Los que menos tienen son los de baja denominación (5, 10, 20 euros), los que se utilizan más a nivel usuario. Los de alta denominación (100, 200 euros) son los que más vida tienen porque no se suelen usar para nuestras transacciones diarias", asevera Andrés.

Esta es la vida media de un billete de euro:

  • Billete de 5 euros: 3,99 años de vida media
  • Billete de 10 euros: 4,10 años de vida media,
  • Billete de 20 euros: 4,66 años de vida media
  • Billete de 50 euros: 9,72 años de vida media
  • Billete de 100 euros: 7,60 años de vida media
  • Billete de 200 euros: 4,62 años de vida media

¿Aquí la pregunta es, por qué los billetes de alta denominación (100, 200 ero ) tienen una vida media inferior a los billetes de 50? "La explicación parte del proceso de sustitución, las denominaciones de 200 y 100 euros hace muy poco que las hemos sustituido, todavía estamos destruyendo billetes de la primera serie. Pero en condiciones normales la vida media de un billete de 200 debería ser superior a los de 50. Con el trascurso de los años, la lógica dice que la vida media de los de 100 y 200 será mayor que la de 50". Se han destruido muchos billetes de esta denominación que es lo que hace que baje la vida media de estos billetes.

¿De qué están hechos los billetes?

Los billetes se imprimen en papel de fibra de algodón puro, que les confiere su especial firmeza y resistencia al desgaste. Algunos elementos de seguridad, como las marcas de agua y los hilos embebidos, forman parte del propio papel. Se le añaden aditivos y procesos de acabados para mejorar la durabilidad. Se planchan por medio de la calcografía, una forma de impresión en relieve para que el papel quede más compacto. Se lleva a cabo con una plancha plana de acero que contiene una imagen en la que las partes que deben llevar tinta se graban a mano o mecánicamente.

Estos procesos se consensuan a nivel europeo. "No debería notarse si un billete ha sido fabricado en España o en Alemania, solo un ojo experto podría saberlo y hay que dedicarle mucho tiempo. En Europa, por la numeración del billete de euro se puede saber en qué imprenta se ha fabricado el billete. Pero los fabricantes de billete y las imprentas deben estar acreditados por el Banco Central Europeo (BCE)”, asegura Víctor Andrés, jefe de la División de Caja del Banco de España.

En algunos países como México, Chile o Rumanía, en vez de algodón se usa un polímero de polipropileno biaxialmente orientado (BOPP), que aporta también conservación y durabilidad al billete.

Las tintas están testadas para que resistan se las somete a técnicas y pruebas de desgaste manual y físico-químicas. La tinta debe soportar agentes externos como el cloro de la piscina y esta no debe borrarse. Las tintas tienen una mezcla de componentes que son “secretos y no se pueden desvelar”. Toda la cadena de suministros tiene que hacer ensayos de durabilidad", comenta Luque.

Para los billetes de baja denominación, es decir, los que más circulan, los de 5, 10, 20 euros, además se les aplica un barniz protector para que duren más y resistan a la suciedad de los billetes.

¿Por qué se destruyen los billetes?

El principal motivo por el que destruimos los billetes no es porque esté quemado o muy gastado, es por la suciedad. El 89% de los que destruimos es por la suciedad, entendida como deterioro de sobre todo la parte de la marca de agua. Con esquinas dobladas o cinta adhesiva también se destruyen, pero estos defectos son los menos, solo un 2% de los que se destruyen.

¿Hay muchos billetes falsos?

La probabilidad de recibir un billete falso es remota, ya que su número sigue siendo muy bajo en comparación con el número de billetes en euros auténticos en circulación. En 2021 se detectaron doce billetes falsos por cada millón de billetes auténticos en circulación.

Según datos del BCE, en 2021 se retiraron de la circulación 347.000 billetes en euros falsos, nivel históricamente bajo en comparación con los billetes en circulación, lo que supone una disminución del 24,6 % en comparación con 2020. Los billetes de 20€ y 50€ siguieron siendo los más falsificados, representando ambas denominaciones en torno a dos tercios del total. El 95,4 % de los billetes falsos se detectaron en países de la zona del euro, mientras que el 4,2 % se hallaron en Estados miembros de la UE no pertenecientes a la zona del euro y el 0,4 %, en otros lugares del mundo.

Luque asegura que lo más encuentran son billetes deteriorados. "Si alguien trae un billete cuya superficie es inferior al 50% no se canjea salvo que pueda demostrar que, por ejemplo , la otra parte se ha quemado en incendio. Esto se hace porque si no podríamos pagar un billete dos veces. Nos llegan billetes quemados, con humedad, gente que ha enterrado en el jardín unos billetes y cuando los va a buscar se da cuenta de que están deteriorados por muchos motivos. Conclusión, no sirve de nada romper un billete e intentar cambiarlo por dos. Aquí son muy estrictos".

¿Cuánto le queda de vida a los billetes?

La pandemia lo ha cambiado todo. Los usos de los ciudadanos han cambiado. En opinión de Andrés "está claro que los medios de pago alternativos al efectivo ganan terreno, pero creo que los billetes nunca van a desaparecer". Porque hay muchas personas, sobre todos, mayores, que se manejan mal con cuentas bancarias o incluso que no tienen o prefieren seguir utilizando efectivo.

Desde el 1 de enero de 2002, hay siete denominaciones de los billetes de curso legal de la zona del euro: 5 €, 10 €, 20 €, 50 €, 100 €, 200 € y 500 €. En 2013 comenzó la puesta en circulación de billetes de la serie Europa, con la emisión del billete de 5€ y continuó en 2014, 2015 y 2017 con la emisión de los billetes de 10€, 20€ y 50€, respectivamente. El 28 de mayo de 2019 entraron en circulación los nuevos billetes de 100€ y de 200€, dándose por finalizada la emisión de los billetes de la serie Europa, ya que esta segunda serie no incluye billetes de 500€. La serie Europa presenta un nuevo diseño y mejoras en la seguridad.

Los billetes de 500€ de la primera serie dejaron de emitirse por el Banco de España el 27 de enero de 2019 pero seguirán siendo de curso legal, por lo que podrán seguir circulando y utilizándose como medio de pago y depósito de valor (es decir, para comprar y ahorrar). Como el resto de denominaciones de los billetes en euros, el billete de 500€ mantendrá indefinidamente su valor y podrá cambiarse en los bancos centrales nacionales de la zona del euro en cualquier momento.