Doris escapó de los paramilitares, no de su marido
Doris tenía 39 años y su marido es su presunto asesino. Habían llegado a principios de 2017 con sus tres hijos, la mayor de 20, embarazada a la isla canaria de La Palma. Amnistía Iternacional había logrado sacarlos de Colombia, donde los paramilitares amenazaban su vida y la de los suyos. Doris era activista por los derechos humanos y contra la violencia en su país. Había escapado allí a la muerte cuando la tirotearon. Pero las balas alcanzaron a su bebé de 9 meses que llevaba en brazos. Ya había perdido a un hijo de 16 años, al que previamente secuestraron.
Durante un año la familia vivió en Canarias. Solicitaron el estatuto de refugiado y ayuda para vivir. Se les concedió un piso de acogida en Murcia, gestionado por Cruz Roja. Y en él vivían desde primeros de febrero sus tres hijos de 15, 18 y 20 años, y su nieto, un bébe camino del año. Al mes de estar en Muricia, Doris manifestó al programa de refugiados de Murcia que deseaba separarse de su marido. No había denuncias por maltrato. Según Cruz Roja, la familia decía que el hombre ejercía violencia verbal con ella.
Se le buscó otro piso de acogida en Girona. Y allí estuvo hasta que el mismo día del crimen lo abandonó. Desde Girona se avisó a Murcia de su salida. Dijo que iba a Barcelona, pero se dirigió al domicilio de Doris y allí presuntamente la atacó brutalmente con un cuchillo. La agresión empezó en la casa y llegó hasta la calle, donde Doris murió. El agresor, huyó a toda prisa, pero la policía ya lo buscaba y lo detuvo junto a una gasolinera cerca del lugar del crimen. El hombre, según recogen las grabaciones de una cámara de seguridad, se entregó sin oponer resistencia. Nueve mujeres han muerto asesinadas este año por hombres que era, o fueron parejas.
Atención a víctimas de violencia de género: 016. No deja rastro en la factura.