"Que la vida de nuestras hijas sea un antes y un después para la sociedad"
El padre de Diana sereno, su madre, con las lágrimas en los ojos. Juntos en un funeral para despedir a su hija, lleno de recuerdos y ausencias, rodeados de amigos y familiares. De algunos políticos y representantes de la Guardia Civil, entre ellos, el jefe de la investigación sobre la desparición de Diana. también los alcaldes de A pobra do Caramiñial y de Rianxo, ligados para siempre a la vida y a la muerte de la joven madrileña.
Pero ninguno de los presentes tan cercano al dolor de los padres de Diana, como aquellos a los que arrebataron a sus hijos. Como los padres de Marta del Castillo y de Mariluz Cortés. Invitados personalmente por Juan Carlos Quer, como Ruth Ortíz, a quien su exmarido José Bretón asesinó a sus hijos Rut y José: como la Rocíuo Viéito, madre de Candela y de Amaya, asesinadas por su padre en Moraña. Invitada y presente junto a los padres de Diana, la madre de Sandra Palo.
Unidos por el dolor de verse privados brutalmente de su hijos y con un objetivo común, según Juan Carlos Quer "Que la vida de nuestras hijas no quede en una página de sucesos, y sea un antes y un después para nuestra sociedad". Y ese objetivo es que no se derogue la prisión permanente revisable, una especie de cadena perpetua, que la mayoría del Congreso de los Diputados considera derogar por inconstitucional.
Los padres de Mariluz Cortés y de Marta del Castillo, lograron millones de apoyos que presentaron en las Cortes, para lograr que, finalemtne la pena máxima revisable, se introdujera en 2015 en el Código Penal. Y abogan porque se mantenta para evitar que los responsables de los delitos más graves, y reincidentes en muchos casos, cumplan el máximo de años de condena en prisión.