Desde hace décadas las mujeres han ido conquistando derechos dentro de la sociedades modernas. Sin embargo, en otros países su voz y sus libertades siguen siendo ahogadas y pisoteadas por aquellos hombres que las tratan como mera mercancía. Y es que exactamente cómo tal, es cómo su padre trató a la pequeña Gharibgol, de apenas 6 años, residente de un pueblo de Afganistán.
Según recoge France 24, todo comenzó el 27 de junio en la localidad de Obeh, a 800 km de Kabul, cuando el padre de Gharibgol decidió vender a su hija al mulá de la ciudad. Seyed Abdolkarim, de 55 años, muy respetado entre la comunidad por ser versado en el Corán, la consiguió a cambio de una cabra, varias bolsas de arroz, té y azúcar, además de por unos litros de aceite de cocina.
A pesar de los esfuerzos de las mujeres de la familia por no entregarla, la pequeña Gharibgol acabó casándose con el clérigo. Una vez que el matrimonio se produjo, fue llevada a una provincia aislada, a casa de un pariente lejano de su raptor. Éste, en un primer momento pensó que era su hija, pero tras descubrir que por las noches la desnudaba, se dio cuenta de que era su 'esposa'.
Ante tal situación, el anfitrión decidió avisar a lo oficina de derechos de las mujeres locales. Tras 35 días de cautiverio matrimonial, el 31 de julio, las autoridades liberaron a la pequeña Gharibgol y detuvieron al Mulá y a su padre. Fue llevada a un hospital cercano, donde las pruebas que le realizaron confirmaron que, felizmente, no había mantenido relaciones sexuales.
El padre fue agredido por las mujeres de la familia
Ante el inminente arresto, el progenito de Gharibgol, intentó defenderse, alegando que subastó a su hija porque tenía dificultades para llegar a final de mes, y con comida y una boca menos para alimentar, podría sobrevivir. Además reiteró que el Mulá le había prometido que no yacería en la cama con ella hasta que cumpliera los 18.
Las absurdas razones que dijo no indignaron a la Policía, sino a las propias mujeres de la familia que no dudaron en golpearle por lo que había hecho. Finalmente, según ha informado Fawad Ahmady, la oficina de derechos está trabajando para que el padre pierda la paternidad y que la pequeña Gharibgol consiga el divorcio, algo más difícil, ya que el matrimonio fue sólo religioso.