Aunque tendremos que esperar a finales de febrero para saberlo, ya tenemos los primeros avances de la aventura. Él y su equipo de cinco personas se pusieron en marcha el día de Navidad y ahora ya están a unos 7.950 metros de altura. Además de grabar cada momento determinante, Txikon va haciendo una crónica en su blogde cada objetivo que van cumpliendo y de los problemas que se están encontrando por el camino. De momento, la meteorología ya les está poniendo las cosas difíciles. Estas son las seis 'zancadillas' que les va a poner el temporal y el clima:
1. El frío: unos 60 grados bajo cero
Iniciar esta escalada en invierno es una locura. Si las temperaturas a grandes altitudes ya son de por sí muy bajas, en invierno son infrahumanas: ahora mismo, Txikon cuenta en su blog que están a -32 grados, pero pueden alcanzar los 60 grados bajo cero. La sensación térmica, además, es más heladora que la realidad, y la sensibilidad en las extremidades les complica la movilidad.
2. El viento: rachas huracanadas
Estamos hablando de unos 150 kilómetros por hora, con ráfagas huracanadas que ya han volado campos base y han paralizado alguna que otra ruta.
3. La nieve y los aludes
Afrontar la carga de nieve, su estado y las avalanchas es otro de los aspectos que complica la subida. En invierno, la nieve es más espesa, pero su peso puede hacerlo agrietar y derrumbarse.
4. Y si el terreno no tiene nieve… las rocas también son peligrosas
Las montañas pueden agrietarse, cayendo rocas que pueden dar a Txikon y a sus sherpas encima, como ya ha contado en este post de su diario de viaje.
5. Días más cortos. que afecta psicológicamente
El sol es un gran aliado en la montaña. Una vez que cae la noche todo se vuelve más peligroso y más gélido. Aunque no les va a impedir continuar con la excursión, sí va a suponer un factor más a la lista de inconvenientes. En su blog, Txikon dice: "esto de las nocturnas en invierno son palabras mayores, por tanto, uno tiene que matar el tiempo, motivarse, sentir lo que estás haciendo".
6. El hielo y sus grietas
Es cierto que si el agua se solidifica puede construir caminos que no estaban previstos. Pero la estabilidad del hielo y la posibilidad de que se vuelva a derretir lo convierten en un paso arriesgado. Hace unos días, el equipo de Txikon surcaba la Cascada de Khumbu. Aunque sus previsiones les aseguraban que estaría todo congelado, al parecer "hacía aguas". Con solo cinco sherpas (un grupo muy reducido) fue difícil cruzarlo. Eso sí, no fue imposible.
7. El peso sobre sus hombros
Txikon se enfrenta al reto con un equipo muy pequeño: su compañero y gran amigo, Carlos Rubio, y cuatro sherpas más. Pero, después de cruzar la cascada del Khumbu, continuarán solos Rubio y Txikon. Esto supone mucho más esfuerzo porque el peso de las previsiones se reparte en solo dos personas.