Sacudida la presión en casa. El Bernabéu estaba muy lejos de significar un fortín para el Real Madrid y después del empate en Champions League frente al Tottenham, los hombres de Zidane querían conseguir una victoria ante su público. Lo consiguieron ante el Eibar.
El encuentro fue discreto y el Real Madrid supo materializar todas las oportunidades que tuvo, excepto Cristiano Ronaldo, que sigue negado. Los ataques tímidos de los locales fueron protagonistas de los primeros minutos y finalmente un gol en propia meta de Oliveira, que saltaba para evitar el cabezazo de Sergio Ramos, abrió la lata en el minuto 18’. El Real Madrid se desfogó con ese gol y empezó a jugar un mejor fútbol. Un gran pase de Isco hizo que Asensio, con un remate de primeras, hiciera el segundo en el minuto 28’ con un poco de ayuda del portero eibarrés. El descanso llegó con el 2-0 en el marcador.
En la reanudación, el partido estuvo frío. El Real Madrid dominaba en el césped y el Eibar intentaba busca run gol para la esperanza. Sin embargo, nada de peligro y los blancos sin mucha intención de buscar otro gol. Cristiano Ronaldo se estrellaba una y otra vez con la mala definición. Quería su gol, pero nunca llegó. Finalmente Marcelo hizo el gol que sentenciaba los tres puntos en el minuto 82’ tras una jugada magistral. Tres goles, uno por cada punto que suma el Real Madrid.