El Manchester United remontó el gol inicial de Cristiano y acabó ganando 1-2 en Turín. El técnico portugués se puso la mano en la oreja tras el partido y se dirigió a la grada de la Juventus. En la rueda de prensa posterior se defendió de las críticas por ese gesto: “La ofensa es lo que me han hecho. Eso si fue ofensivo. Mi gesto no es una ofensa, era para pedir más”.