La portera de la selección española de balonmano femenino Silvia Navarro se mostró feliz por la consecución de la medalla de bronce en el Mundial de Brasil y eligió quedarse, por encima de su actuación personal, "con el grupo, que ha luchado de principio a fin".
"Llevamos aun el subidón de lo que es el bronce. Estamos muy contentas, es una medalla que la luchamos y era merecida, nos vamos contentas para casa", señaló Navarro a Europa Press tras aterrizar en Barajas desde Brasil.
La guardameta del Itxako recalcó que el Mundial tenían que afrontarlo "partido tras partido". "Teníamos que tener la cabeza fría. El equipo ha fallado en algunos momentos, pero cuando ha tenido que dar la cara, ha sabido corresponder", comentó.
Ahora, prefiere "disfrutar" de este éxito. "Luego ya pensaremos en el Preolímpico", confesó. "La suerte es que va a ser en España y a ver si tenemos un poco de suerte y jugamos con el factor casa", resaltó, dejando claro que no les importa jugar "en cualquier lado". "Mientras sea en tu país, con el apoyo de la gente, cualquier sitio es estupendo", añadió.
En este torneo, podrían medirse con Montenegro, a la que eliminaron en los octavos de final y que estaría en este torneo si Angola no es campeona de África. "Creo que sería el rival más duro, es bastante correosa, pero llegado a este punto cualquier selección es difícil y te puede plantar cara", advirtió.
Navarro se consagró en suelo brasileño como una de las mejores porteras del torneo, sobre todo tras su esplendorosa actuación en octavos, donde rozó la treintena de paradas ante las montenegrinas y recibió un aluvión de elogios en las redes sociales.
"Ya me lo dijeron. Soy un poco arcaica en este tema de 'twitter', pero se lo agradezco a toda la gente que me apoyo. A ver que pasa en un futuro con todo esto", indicó, tirando de modestia para evaluar su actuación. "Me quedo con lo que es el grupo, ha luchado de principio a fin", opinó.
Del torneo, la valenciana lo pasó mal tanto ante Montenegro como en cuartos ante Brasil. "Cada uno a su estilo. Ante Montenegro pasamos un pequeño bache y sabíamos que era muy importante para poder pasar, y el de Brasil, era ante la anfitriona y jugábamos no contra siete sino contra 2.000 personas y se superó con creces", confesó.
Finalmente, la internacional quiso "mandar un mensajito" en relación al deporte femenino y su gran momento. "Al balonmano femenino y al deporte femenino hay que darle un poquito de subida, merece la pena, esto es espectáculo, mueve masas, y quiero pedir por favor que sigan apoyando al balonmano femenino", aseveró.