La selección de Noruega, vigente campeona olímpica y de Europa, se ha proclamado este domingo como nueva campeona del mundo de balonmano femenino, después de imponerse a Francia en la final del torneo, disputada en Sao Paulo (Brasil), por 24-32 (13-19, al descanso).
De esta forma, las jugadoras nórdicas suceden en el palmarés a Rusia --que ha finalizado quinta, por detrás de Brasil--, doce años después de su primera y última victoria en un Mundial (1999).
Además, las nórdicas se convierten en el segundo equipo, después de que lo lograra Dinamarca en 1996-97, en tener al mismo tiempo los trofeos de campeona de Europa (2010), del Mundo (2011) y de los Juegos Olímpicos (2008).