El finlandés Mikko Hirvonen se vio obligado a parar su Ford en el séptimo tramo del Rally de Gales, última cita del Campeonato del Mundo, y ha puesto en bandeja el octavo título para el francés Sebastien Loeb (Citroën).
El nórdico, que había arrancado la especial con una renta de 0,4 segundos sobre el alsaciano, se vio obligado a parar su Fiesta en el kilómetro 10 y aunque pudo volver a arrancarlo perdió 3:52.2 respecto a Loeb.
Hirvonen se habría salido de la pista y dañó la rueda trasera y el radiador, que fue perforado por una rama de un árbol. Por ello, se paró en el punto kilométrico 10 de la especial cuando el motor comenzó a recalentarse. A pesar de que logró llegar al final del tramo, en su equipo, el Ford Abu Dhabi World Rally Team, no saben si podrá completar el enlace que hay por carretera de 103,62 kilómetros que llevan al parque de asistencia en Builth Wells.
De este modo, el francés se puso al frente de la clasificación con 17,7 segundos de ventaja sobre el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford) y 59,7 sobre el noruego Mads Ostberg (Ford), que aprovechó el pinchazo de Petter Solberg (Citroën) para ascender en la clasificación.
Por otra parte, el español Dani Sordo (Mini) abandonó y aún no sabe si podrá reengancharse en la modalidad Super Rally. El cántabro marcha séptimo cuando se estrelló a un kilómetro del final de la quinta especial, el tramo de Dyfi de 10,31 kilómetros, tras superar una horquilla en un salto y terminar en una zanja.
El director técnico de MINI WRC, David Wilcock, precisó: "Todo lo que sabemos es que se salieron y el coche está en una zanja. Los pilotos están bien y ahora los están recogiendo. No tenemos ni idea de los daños que ha sufrido el coche ni de si podrán salir mañana".
Tampoco está teniendo fortuna el otro Mini, el del británico Kris Meeke, que cayó en la clasificación tras el séptimo tramo por un problema en el alternador y está en duda su capacidad de llegar a la asistencia.