Si el buen tiempo ayuda a practicar deporte, mucho mejor. Las ganas de darse un chapuzón y moverse dentro del agua te puede acercar a un deporte poco conocido en España, pero que está en auge. El hockey subacuático tiene cada vez más aficionados en nuestro país y la selección española está entre los mejores equipos del mundo aunque en el reciente Mundial de Sudáfrica no ha habido demasiada suerte.
No parece difícil practicar este deporte pero hay mucho más detrás de lo que se ve a simple vista. Una piscina semiolímpica, un bañador, unas gafas de bucear con un snorkel, aletas y un pequeño ‘stick’ para lanzar el disco debajo del agua. Los partidos duran 33 minutos, con dos partes de 15 y un descanso de tres. Los equipos tienen un tiempo muerto de un minuto por encuentro. El objetivo es fácil: marcar gol. No se permite el contacto físico entre los jugadores, ni parar el disco con algo que no sea el ‘stick’.
La pastilla, que está hecha de plomo y pesa 1,5 kg, está recubierta de plástico para rebajar lo máximo posible el daño del impacto contra el cuerpo de los jugadores. Los equipos convocan a 10 jugadores pero solo seis son los que participan a la vez en el partido. Los cuatro suplentes están preparados al borde de la piscina para hacer las sustituciones, que son ilimitadas. Los cambios son constantes porque el esfuerzo es grande.
Al empezar un encuentro, los seis jugadores de cada equipo se colocan en su portería, el disco está en el medio de la piscina y suena el silbato. El primero que llegue tendrá la primera posesión para marcar gol. Las porterías en las que hay que meter la pastilla no son tradicionales. El largo es de tres metros y tienen una rampa con el 5% de inclinación por donde tiene que subir el disco hasta una superficie de 12 centímetros para que sea gol.
La capacidad anaeróbica de los jugadores es clave porque no se tiene ayuda de oxígeno y aguantar la posesión del disco es básico. Hay que saber coordinar la respiración con tus compañeros y aguantar lo máximo posible debajo del agua, tanto para defender como para atacar, aunque lo fundamental es tener una recuperación lo más rápida posible para volver a sumergirte.
Seguramente, te asalte una duda al imaginarte un partido de hockey subacuático, ¿y los árbitros? Pues sí, hay árbitros y son tres. Dos están sumergidos en el agua y están con los jugadores en el fondo de la piscina para observar desde cerca todo lo que ocurre. El tercero, está fuera, en el borde de la piscina, y es el que activa una sirena para señalizar lo que le indican desde la piscina.
Ahora que ya sabes cómo se juega al hockey subacuático pensarás que esto no es para ti, que ya no estás para estas cosas. No te equivoques porque hay dos tipos de equipos en los campeonatos internacionales. Los hombres compiten hasta y a partir de los 35 años, y las mujeres, hasta y a partir de los 32. La excusa no te sirve, ¿te animas?