No es un deporte que puedas practicar de un día para otro, requiere preparación y conocimiento del medio. Pero si consigues deslizarte por el río que se abre en un glaciar, vas a poder disfrutar de un paisaje inolvidable. Un deporte único. En inglés es conocido como ‘Glacier Boarding’. No lo puede hacer cualquiera, y solo la experiencia te puede decir los peligros que te puedes encontrar en los descensos.
El mejor sitio para poder disfrutar de este deporte es en Suiza, en el glaciar Aletsch, el más grande de Europa con 23 kilómetros de longitud y 120 kilómetros cuadrados. Solo algunos privilegiados pueden dar con este remoto rincón de los Alpes, y además, hacerlo en las fechas idóneas para subirse a una tabla y practicarlo.
De hecho, son muy pocos los ‘locos’ que se se suben a una tabla y se cuelan en medio de un glaciar. David Carlier es un especialista que trabaja alrededor del mundo en empresas multiaventura y que ha reflejado lo duro y bonito que es este deporte. El escenario es incomparable y sus imágenes inmortalizan la dificultad de surfear en un glaciar.
El ‘Glaciar boarding’ es un deporte que se practica desde hace 10 años pero aún no hay mucha gente que se haya aficionado. Es imposible coger esa especie de tabla de surf y lanzarte por el primer glaciar que te encuentres. Ni te ves un paisaje así al doblar la esquina, ni puedes tirarte sin saber los peligros que te puedes encontrar. No es fácil pero si te gustan los deportes de invierno, hay pocos lugares en los que vayas a disfrutar más.
No pienses que te queda poco para disfrutar de este deporte porque se acaba el invierno. En los Alpes suizos, la mejor época del año para poder hacerlo es en septiembre. Y no es durante mucho espacio de tiempo. Si es antes, te puedes encontrar lagos inesperados y ser muy peligroso, y un poco más tarde, el río que se abre paso en el glaciar puede estar congelada. Eso sí, la experiencia seguro que merece la pena.