El Real Madrid puso fin a su magnífica racha de 19 partidos sin perder en el peor momento de la temporada, en el choque de vuelta de las semifinales de la 'Champions League', un duelo que le deja en la cuneta en su pelea por la decimocuarta Copa de Europa de su palmarés tras caer ante un Chelsea (2-0) netamente superior en casi toda la eliminatoria.
Los de Zidane hincaron la rodilla en el día 'D', se quedaron sin final en Estambul y mostraron sus costuras a toda Europa con una plantilla que ha llegado sin gasolina al tramo final de la temporada. Justo cuando se disputan los títulos y este equipo saca su ADN, su capacidad competitiva y ese hambre que le ha hecho tan grande en el último lustro.
"Lo hemos hablado muchas veces, ha sido un año con muchas lesiones, altibajos y es lo que nos ha tocado este año. Aun así hemos hecho cosas buenas en esta Champions, estuvimos a un paso de la final pero toca felicitar al rival. No cambia nada en lo que hicimos, estoy contento y orgulloso y a pensar en los cuatro últimos partidos de Liga", dijo Zidane.