En el minuto 50 del partido celebrado en Vallecas, cuando el equipo visitante aún no había anotado ninguno de sus dos goles posteriores, Cristiano Ronaldo se internó en el área y recortó a Antonio Amaya antes de chocar con el defensa del Rayo Vallecano.
El portugués pidió penalti, pero Melero López interpretó que había simulado y le sacó tarjeta amarilla, una decisión que provocó diversas críticas de la plantilla blanca, encabezadas por el propio Cristiano y por el técnico Carlo Ancelotti, que al final del duelo calificó de "increíble" la actuación arbitral.
De esta forma, el club blanco presentó alegaciones al día siguiente del partido y Competición ha estimado el recurso, permitiendo que el máximo anotador de la presente Liga BBVA participe este sábado en la jornada 31 de la competición.