PARÍS, 25 (EP/Reuters)
Un tribunal francés aplazó este martes el veredicto en el caso del expresidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) Max Mosley, que demandó al diario británico 'News of the World' por violar su derecho a la intimidad al publicar fotografías teniendo relaciones sexuales con cinco prostitutas en el 2008.
Mosley, de 71 años, había presentado la demanda en Francia -donde el diario había sido distribuido y donde las leyes de privacidad son estrictas- tras haber ganado en un tribunal británico otra demanda al diario, que cerró a hace unos meses a raíz de un escándalo de escuchas telefónicas que estalló a principios de año.
El artículo en primera página, acompañado de imágenes de video, sugerían que Mosley había organizado lo que se calificó como una "enfermiza orgía nazi". El británico negó que la fiesta fuera de temática nazi.
También acusó al autor del artículo, Neville Thurlbeck, redactor jefe de 'News of the World', que fue detenido y posteriormente despedido por el asunto de las escuchas.
El tribunal no dio explicaciones por la postergación y dijo el martes que el veredicto se conocería el 8 de noviembre. Mosley, hijo de Sir Oswald Mosley, fallecido líder del partido fascista británico, fue presidente de la FIA hasta 2009.
Poco después de la publicación de las fotografías y del artículo, Mosley recibió 60.000 libras (unos 68.982 euros) en concepto de daños y perjuicios y 450.000 libras (unos 517.369 euros) por costos en un tribunal británico por el mismo caso de violación de privacidad.
Sin embargo, a principios de este año perdió una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo para obligar a los diarios a avisar con antelación a las personas afectadas de la publicación de material sensacionalista relacionado con su vida privada.
El grupo editorial de 'News Corp', 'News International', cerró en julio el periódico de mayor tirada del domingo en Gran Bretaña, después de que acusaciones de piratería telefónica desencadenaran en un gran escándalo que implica no solo al grupo editorial británico de Rupert Murdoch, sino también a la clase política y policial del Reino Unido.