MUNICH (ALEMANIA), 9 (EP/Reuters)
El patrón de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, reconoció ante un tribunal alemán que había pagado a un exbanquero de BayernLB para que se quedara tranquilo y mantener alejadas a las autoridades impositivas cuando aquel adquirió los derechos del deporte hace cinco años.
Gerhard Gribkowsky, exempleado de Landesbank, el segundo banco alemán más grande del sector público, está en juicio, acusado de haber vendido derechos de Fórmula 1 a cambio de un soborno, y con la participación de Ecclestone.
Gribkowsky está acusado de soborno, malversación y evasión impositiva en un acuerdo que costó al banco 66 millones de euros (92 millones de dólares) y de haberse quedado 32 millones como parte de un soborno, según fiscales.
Ecclestone dijo que estaba preocupado porque Gribkowsky podía hablar con las autoridades impositivas británicas sobre su negocio y, aunque se trataba de algo legal y correcto, una investigación de impuestos podía ser perjudicial y costosa.
"No tuve alternativa en ese momento", declaró en el tribunal alemán el directivo de 81 años, vestido de traje azul oscuro y corbata, admitiendo que había pagado al banquero.
"La única alternativa era que las autoridades impositivas británicas siguieran un caso que habría sido muy caro para mí", continuó. Ecclestone tiene inmunidad para ser procesado por su testimonio, pero no en general por su rol en el caso.
"El riesgo impositivo habría excedido los 2.000 millones de libras esterlinas (3.200 millones de dólares)", remarcó. "Le pagué (a Gribkowsky) para mantenerlo en calma y no hacer cosas tontas. Sabía que él quería empezar un negocio", añadió.
TEMOR CONSTANTE.
Ecclestone dijo que Gribkowsky nunca lo amenazó con hablar con las autoridades impositivas, pero confesó que él vivía con el temor constante de una investigación de ese tipo.
"Eso estaba constantemente en mi mente y no podía asumir ese riesgo", señaló Ecclestone, quien es un testigo clave en el juicio al banquero alemán.
BayernLB tenía una participación en la F1 desde el 2006 junto a JP Morgan, Lehman Brothers y el fideicomiso familiar de Ecclestone.
Los bancos habían adquirido un 75 por ciento del paquete accionario en la compañía dueña de la F1, SLEC, tras el colapso del multimedio alemán Kirch, que le había pedido un préstamo de unos 1.600 millones de dólares. BayernLB era el principal acreedor de Kirch.
SLEC fue vendida en el 2006 a la actual dueña de los derechos de la F1, la empresa de capitales privados CVC, que mantuvo a Ecclestone como responsable de la administración del deporte.