España aplasta a una Argentina sin Messi y mira a Rusia con argumentos de sobra para soñar (6-1)

Juanjo Palomo 27/03/2018 23:21

El planteamiento de Lopetegui, con Isco, Asensio, Koke, Iniesta y Thiago en el mediocentro y solo Costa como delantero puro, anunciaba, como mínimo, ganas de tocar y tener la pelota. No ha sido así, y España ha desplegado un juego basado en la presión altísima y la salida rápida. Y Argentina ha entendido a la perfección que con ese arranque, la mejor opción iba a ser la contra. Por ahí ha venido el primer susto del partido. Jugada rapidísima de la albiceleste que Higuaín, solo y a puerta vacía, no ha sabido aprovechar, enviando el balón a las nubes a las nubes. Pues bien, si el Pipita hubiera sabido la que se venía encima, seguramente la hubiera metido.

No se ha arrugado España y ha seguido con el plan inicial. Presión altísima y toque rápido para buscar el área. Dicho y hecho. Eso sí, con ‘casi drama’. Si el primer susto ha sido el de Higuaín, el segundo ha sido el propio gol de La Roja. Balón dentro del área de Asensio tras un buen robo por presión y Diego Costa que, delante del portero, ha buscado el gol de esa forma que él sabe, ignorando cualquier recomendación del médico. Carrera contra Sergio Romero y remate in extremis chocando tibia contra tibia, poniendo el corazón de la afición española (especialmente de la atlética) en el puño. Durante un minuto el hispano-brasileño ha sembrado la duda pero, por suerte, ha podido volver al partido sin más consecuencias que la ventaja española en el marcador. Menos suerte ha tenido el guardameta argentino que pocos minutos después ha tenido que ser sustituido.

Ha salido Willy Caballero y también ha descubierto de qué color son las redes de las porterías del Metropolitano. Nuevamente a través de un robo por una espectacular presión de España ha llegado la pelota a la banda derecha donde Asensio la ha puesto bien dentro del área para que Isco definiera sin dudar. Apenas media hora y dominio de España en el luminoso y en la batalla táctica.

Poco ha durado el colchón de La Roja. Los de Sampaoli, no dando con la tecla con el control del balón, se han encontrado con el gol a balón parado. Córner desde el lado derecho de la portería española que ha rematado picado Otamendi y De Gea no ha podido sacarDe Gea no ha podido sacar aunque el balón le ha pasado entre las manos. De ahí al descanso, juego trabado y ninguna ocasión destacable.

El segundo tiempo ha comenzado con un vendaval de La Roja que ha culminado con dos goles mientras Argentina seguía en el vestuario o alucinando los colores del anillo del Metropolitano. Isco, primero, tras una gran jugada de Iago Aspas ante el portero. Y Thiago después para el 4-1. Y eso solo era el principio.

Tras unos minutos de tomar aliento, España ha vuelto a poner la quinta velocidad a veinte minutos del final para hacer dos más. Primero Aspas que de nuevo ante el portero esta vez sí pudo rematar (5-1) tras un espectacular pase de De Gea desde el área. E inmediatamente después del quinto, cuando Argentina apenas había sacado de centro, ha llegado el sexto. Robo, llegada de Aspas a la frontal del área y pase a Isco para regalarle el hattrick.

El sexto gol ha provocado dos cosas. La primera que Messi saliera de la grada del Metropolitano antes de tiempo, a casi quince minutos del final. La segunda, que los jugadores argentino se desquiciaran. Patadas, entradas durísimas y golpes a destiempo que han terminado en alguna amarilla (que podría haber sido expulsión de no ser un 'amistoso') y con una bronca final cuando Ramos se enfrentó a Pavón por una durísima entrada sobre Koke. Tan feo se estaba poniendo el partido que el árbitro ni siquiera ha esperado al 90. Unos segundos antes de cumplirse el tiempo reglamentario ha decretado el final del encuentro.