"Dopaje tecnológico" o avance del deporte: las zapatillas 'Super Spikes' abren un debate en el atletismo
Las zapatillas desarrolladas por Nike han estado detrás de varios récords de estos Olímpicos, como los de la jamaicana Thomas o el italiano Marcell Jacobs
Las Vaporfly, con una tecnología similar, fueron usadas por Eliud Kipchoge y Jemima Sumgong, campeones en el maratón de Río 2016
Usain Bolt cree que con las 'Spikes' habría roto su propio récord, mientras que Sebastian Coe cree que representan el avance del deporte
Además de atletas extraordinarios y una pista que parece propulsarlos, varios de los récords de estos Juegos Olímpicos tienen algo en común: las zapatillas Super Spikes, desarrolladas por Nike, que cuentan con una suela gruesa sobre una placa rígida de carbono. Las calzaba la jamaicana Elaine Thomas al revalidar su doblete en 100 y 200 metros, pero también la puertorriqueña Jasmine Camacho-Quinn en los 100 vallas y el italiano Lamont Marcell Jacobs en los 100 lisos. La innovación ya ha sido calificada como "dopaje tecnológico" por sus detractores, pero la autoridad mundial del atletismo se muestra a favor.
La idea viene de hace unos años, cuando las Nike Vaporfly de la compañía estadounidense marcaban la pauta. En Río 2016, los tres atletas que subieron al podio del maratón masculino las usaban, con el etíope Eliud Kipchoge colgándose el oro, así como la campeona en la competencia femenina, la keniata Jemima Sumgong. El principio era similar: suelas gruesas sobre placas curvadas de fibra de carbono. "Fueron los Juegos de las Vaporfly, aunque entonces nadie lo sabía", escribe Alex Hutchinson, ex atleta del equipo canadiense y actualmente analista.
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Ese modelo supuso una mejora de eficiencia de hasta un 4% respecto a las otras zapatillas de carrera de entonces, a partir de una geometría que según algunos estudios era capaz de impulsar al corredor. Las Super Spikes han traído la idea a las distancias más cortas con una diferencia sustancial: los materiales más ligeros, comprimidos y resistentes de la capa de espuma amortiguadora, que puede devolver mejor la energía tras cada pisada, como han estimado investigadores de la Universidad de Massachusetts. El resultado ha llevado a que marcas rivales hayan recomendado a sus propios atletas correr con el calzado de Nike.
La noche de los 400 vallas en Tokio: un antiguo récord mundial batido varias veces
En la capital japonesa, además de las marcas de Thomas o de Camacho-Quinn, una de las noches históricas fue la de los 400 metros vallas masculinos. El noruego Karsten Warholm estableció un nuevo récord mundial en 45,94 segundos, mientras que el estadounidense Rai Benjamin y el brasileño Alison dos Santos, plata y bronce respectivamente, batieron la antigua plusmarca de Kevin Young de Barcelona 92 (que Warholm ya había roto hace un mes).
Pero no todo fue alegría. El campeón acusó a Benjamin, que corrió con unas Nike Maxfly que usan la misma tecnología de las Spikes, de llevar "esas cosas en sus zapatillas, que odio". Para el flamante plusmarquista, el asunto tiene que ver incluso con la reputación de la disciplina. "En la media distancia puedo entenderlo por la amortiguación. Si quieres amortiguación puedes poner un colchón, pero si pones un trampolín creo que es una tontería, y creo que resta credibilidad a nuestro deporte", dijo.
Aun así, Warholm debió explicar también que sus zapatillas, desarrolladas junto a Mercedes y Puma, no son exactamente iguales a las de la multinacional estadounidense. "Tenemos la placa de carbono", admitió el atleta, "pero hemos intentado hacerla lo más delgada posible porque esa era la forma en la que quería hacerlo Por supuesto que la tecnología siempre estará ahí, pero yo quería también reducirla a un nivel en la que pudiéramos comparar resultados".
Bolt dice que habría bajado su récord mundial y Coe apunta al avance del deporte: "No quiero cortar la innovación"
Las voces más críticas creen que hay un "dopaje tecnológico". A Usain Bolt, la leyenda del atletismo, le parece injusto que el desarrollo de estas zapatillas esté permitido ahora, cuando tiempo atrás estaba prohibido por las autoridades deportivas. El jamaicano está convencido de que habría podido romper su propio récord mundial de 9,58 segundos, establecido en los Mundiales de Berlín de 2009. "[Mi tiempo estaría] por debajo de los 9,5 de seguro. Sin duda", señaló el múltiple campeón olímpico en una entrevista en The Guardian.
En cambio, el británico Sebastian Coe cree que las Spikes representan el avance del deporte y en particular del atletismo. "Estamos en un mundo de innovación. No quiero cortar la innovación que los fabricantes de zapatillas están logrando", señaló el presidente de la Federación Internacional de Atletismo. "Hay un equilibrio, por supuesto. Tenemos un sistema que evalúa las zapatillas. El principio que intento mantener en todo momento es el de crear igualdad de condiciones, y creo que vamos a llegar a un punto en el que no habrá una ventaja importante en cualquier marca que lleves puesta", agregó.
¿Cuándo caerá el récord de Bolt? La respuesta no podría estar ya solo en los atletas presentes y futuros, sino también, y cada vez más, en las zapatillas que utilicen.