¿Cómo ha conseguido el español Kilian Jornet subir el Everest en tan solo 26 horas?
El Tiempo Hoy
22/05/201715:31 h."Me encuentro muy bien físicamente y a nivel de aclimatación me parece que hemos hecho un muy buen trabajo. Esperamos que la meteorología nos acompañe", apuntaba Kilian antes de poner rumbo a la aventura. Porque el trabajo previo es fundamental: durante días, el deportista se ha tomado muy en serio la preparación física en el Cho Oyu (a 8.201 metros de altura), acompañado por su pareja, la también alpinista Emelie Forsberg. Repasamos las cuatro claves que han centrado este histórico ascenso:
/centerCuantos menos trastos, mejor
Sin sherpa, sin cuerdas y sin oxígeno. Para ser el más rápido, ir ligero es fundamental. Y eso Kilian lo tiene clarísimo. Su filosofía de trabajo le obliga a llevar a cada aventura el material imprescindible para sobrevivir. Pero esto tiene trampa. Durante su trayecto hacia la cima, este alpinista pudo hacer paradas en un campo base avanzado para sumar a su mochila los artilugios más pesados y las prendas de mayor abrigo. Un acierto para reducir el cansancio y permanecer menos horas a tanta altura.
El cuerpo, su único enemigo
Uno de sus principales objetivos era terminar la travesía donde la comenzó: en el monasterio de Rongbuk. Pero su cuerpo le dijo basta. Cuando apenas se encontraba a 30 kilómetros de su destino, un virus estomacal le obligó a frenar. Los obstáculos naturales de la zona, con hielo y piedras difíciles de atravesar, tampoco ayudaron. Y Kilian Jornet se vio obligado a dar por terminada su aventura antes de tiempo, en el campo base avanzado.
¿Récord a la vista?
En 1996, algo similar trató de conseguir el italiano Hans Kammerlander. Sobre él recae el récord de la escalada más rápida de la cara norte del Everest. 16 horas y 45 minutos fueron los registrados en la subida. Pero en el caso de Jornet, los datos son mucho más confusos. Al arrancar el viaje desde un punto nunca antes registrado hasta la fecha en este tipo de exploraciones, aún queda por descubrir cuál será el puesto de este joven catalán en la historia del alpinismo.
La experiencia es un grado (sobre todo en el montañismo)
Esta no es la primera ocasión en la que Jornet se ha enfrentado a un reto de este tipo. Su proyecto Summits of my Live le ha llevado a cumplir su sueño de alcanzar las cimas más altas del mundo. Y no son pocas: sus botas han pisado picos tan famosos como el Aconcagua, Denali, Cervino o Mont Blanc. De hecho, este joven catalán ya se había planteado subir el Everest hace tiempo. El terremoto de Nepal y las complicaciones burocráticas tiraron por tierra su plan. Pero ahora, su objetivo ha quedado más que cumplido.