De nuevo una campaña del Atlético de Madrid sabe resumir en algo más de un minuto, la filosofía del club, del equipo y de sus aficionados. El protagonista tiene un idea en la cabeza, un fin, un objetivo. Sabe esperar y cuando llega el momento actúa con determinación. No le amilana su modesta vida en un barrio del extrarradio, ni tener que ir en un atestado medio de transporte público, ni verse obligado a darse una larga caminata.
Se enfrenta a enemigos poderosos, que llegan en taxi y con un porte más señorial. Lo suyo es modesto, pero rezuma verdad. Por un momento lo ve todo perdido, pero se las ingenia para salir del apuro, aunque le suponga no parar de subir escalones. El ascensor no se ha hecho para él. Al final, la satisfacción del deber cumplido. Luego será lo que sea, pero él han hecho lo que quería. Eso nadie se lo podrá quitar. Emocionante, aunque no lo puedan entender.