El verano está siendo interminable para la directiva del Barça, a la que no dejan de surgirle problemas. Tras la marcha de Neymar, ahora el City va a por Messi. Aunque hay fe ciega en que se quedará, los rumores de su oferta de 300 millones, sumado a que el crack argentino todavía no ha firmado la renovación, ha hecho pensar en Can Barça cómo sería el futuro sin el mejor jugador de su historia.