Antoine Griezmann aún no ha desvelado su futuro, pero si deja el Atlético de Madrid este verano, la afición rojiblanca va a tener un recuerdo imborrable. El Atleti ganó su tercera Europa League ante el Marsella gracias a los dos goles de Griezmann y al tanto de Gabi en la recta final. Un doblete en la gran final, el día en el que se habla sobre el césped, y un nuevo título europeo a las vitrinas del Atlético.
La final de la Europa League tuvo que sonrojar a la UEFA antes del pitido inicial. Los ultras del Marsella consiguieron meter más de 100 bengalas en el estadio del Lyon, y las sacaron cuando los dos equipos saltaron al terreno de juego. Los ultras las lanzaron al césped y provocaron que el balón rodase cuatro minutos tarde. El Atlético tardó en asentarse y encontrarse en el terreno de juego. Los primeros envites fueron para los franceses, con un aviso de Germain, y con llegadas al área de Oblak. No fue el arranque soñado para una final de Europa League.
Hasta que Antoine Griezmann hizo acto de presencia a los 21 minutos de juego y cambió todo. Anguissa controló de forma pésima, Gabi recuperó la pelota y con un toque se la dejó al francés. Griezmann encaró a Mandanda, engañó al portero con el cuerpo y cuando estaba vencido para un costado, el delantero del Atlético disparo al lado contrario para abrir el marcador.
El Marsella se había llevado un revés en el mentón y el Atlético dio un paso adelante. Los franceses tenían para hacer daño la banda de Vrsaljko, que se vio desbordado y superado en su carril. A los 32 minutos de encuentro, Payet se tiró al suelo y salió llorando del terreno de juego, dejando su lugar a Maxime López. Griezmann, compañero en Francia y amigo, se acercó para darle un beso y mostrarle su apoyo.
A los franceses se les había puesto la final muy cuesta arriba. Con el gol, el Atlético se había tranquilizado, y ahora los rojiblancos tenían 45 minutos con el marcador a favor y con el Marsella sin su mejor jugador. Al descanso, Simeone rectificó en su lateral derecho. Vrsaljko había dado síntomas de nerviosismo, y con una tarjeta amarilla, no quiso correr riesgos en la segunda mitad y salió Juanfran.
Griezmann sentencia la final con su segundo gol
Aún no sabía el Atlético lo plácida que se le iba a quedar la noche en Lyon. A los tres minutos de la segunda parte, Griezmann volvió a dejar su sello. El francés jugó con Koke, que se la devolvió entre la defensa del Marsella, y Griezmann con un toque sutil, se la picó al portero para hacer el segundo. El Atlético tenía el título en el bolsillo. Era impensable que se le escapara un encuentro así a Simeone. 45 minutos para disfrutar en una final europea.
No solo pudo disfrutar. También se divirtió sobre el césped. El Atleti firmó una segunda parte a su más alto nivel y dio un baño al Olympique de Marsella, que se vio derrotado y no tuvo más remedio que aceptar la superioridad rojiblanca. Koke, el mejor de la final en Lyon, Gabi y Saúl dominaron el centro del campo y cada ataque del Atlético fue para saborear el título. Ni un remate de Mitroglou al palo inmutó a la afición rojiblanca, que estalló con el tercer gol del Atlético. El 'gran capitán, la extensión de Simeone en el terreno de juego hizo el tercero para finiquitar la final. Gabi cruzó el balón con un un disparo en la frontal y dio el pistoletazo de salida a la fiesta del Atlético en Lyon. El Mono Burgos aprovechó para dar entrada a Fernando Torres por Griezmann, y cumplir su sueño de jugar una final europea con el Atleti.
Hamburgo en 2010, Bucarest en 2012 y Lyon en 2018. El Atlético de Madrid ganó su tercera Europa League ante el Olympique de Marsella en Francia y sumó un nuevo título europeo. Y el 15 de agosto en Tallin podrá conseguir uno más al jugar la Supercopa de Europa. Pero aún falta, y lo que toca ahora es que los aficionados rojiblancos celebren que el Atleti vuelve a reinar en la Europa League.