El partido podía ser una trampa pero el Atlético lo solventó con facilidad. Simeone había pedido el apoyo de la afición para sumar los tres puntos. Era el último día del niño en el Calderón, y la afición estuvo entregada. El Atlético está en una inercia demoledora y le bastó para hundir aún más a Osasuna.
Yannick Carrasco, sin Griezmann, respondió en el Calderón. El belga desbordó y llevó mucho peligro. Tanto, que con un disparo desde fuera del área hizo el primero y puso la tranquilidad en la grada del estadio rojiblanco. Simeone no permite relajaciones aunque de descanso a varios de sus mejores jugadores. Y el Atlético no se relajó.
Osasuna bajó los brazos, y el Atlético sentenció con el segundo tanto con un cabezazo de Carrasco. Un partido tranquilo, plácido para coger confianza y para seguir metiendo presión al Sevilla en la lucha por la tercera plaza.
Sin acelerar, ni forzar la máquina, llegó el tercero. Filipe Luis cogió un rechace en el área, y con su pierna derecha, marcó como si fuera un delantero centro. Simeone paró el cambio de Griezmann, y el francés pudo descansar de cara a la ‘final’ contra el Leicester. El partido fue tan tranquilo que Cerci debutó en Liga esta temporada, y hasta la grada pidió que tirara un penalti que falló Carrasco en el penúltimo minuto de encuentro.
Y al minuto siguiente, otro penalti. El Calderón pidió a gritos que lo tirara Cerci, pero Thomas cogió el balón y no lo soltó. El centrocampista también se encontró con Sirigu y los rojiblancos no pudieron redondear el resultado. El Atlético ha fallado ocho de 13 penaltis, el drama de los penaltis se agrava.
El Atlético tiene lejos la Liga. Su objetivo hasta final de temporada es mantener la tercera plaza que le meta directamente en la fase de grupos de la Champions, y va por muy buen camino. Los rojiblancos están en un gran momento, y ya sólo piensan en el Leicester. El miércoles vuelven a tener la posibilidad de estar en unas semifinales de Champions.