Los Juegos Olímpicos de París comenzaron el pasado 26 de julio - con una ceremonia inaugural deslucida por las inesperadas lluvias - y las competiciones profesionales se extenderán hasta el próximo 11 de agosto. Algunas de ellas ya han terminado, como la de la categoría de judo en la que participaba la deportista española, Laura Martínez. La judoca se marcha de los JJOO de 2024 con un diploma olímpico, el galardón que se entrega a los 8 finalistas en sus respectivas disciplinas. Y también con algo más entre las manos...
Una vez concluido su paso por el torneo internacional, Laura y su novio, el también judoca, José Antonio Aranda, aprovecharon para dar un paseo por la romántica ciudad de París. Tal y como ella ha explicado en una entrevista posterior a la pedida, se fueron a comer y después a ver el monumento más emblemático de la capital francesa: la Torre Eiffel.
Laura no sospechaba nada de lo que iba a ocurrir hasta que, perfectamente encuadrados entre las patas de la torre, Aranda le dijo que quería preguntarle "una cosa". Gracias a las fotos que ha publicado en su cuenta de Instagram, en las que su novio aparece 'hincando rodilla', con la caja de un anillo en la mano y una amplia sonrisa en la boca, y el gran "sí, quiero" que ella ha escrito junto al carrusel, sabemos que esta inolvidable pedida de matrimonio salió a la perfección.
Entre los numerosos comentarios de enhorabuena, también ha habido algunos de corte feminista en los que se pide que "no recuerden el paso de Laura Martínez por los Juegos Olímpicos por esta anécdota", sino por el título que con tanto esfuerzo ha conseguido. Sin embargo, según las declaraciones de la propia deportistas, para ella, el hecho de haber conseguido un diploma y de haberse prometido a las pocas horas ha hecho que su semana sea "más que completa".
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