Beacon, el perro terapeuta que ayuda a las gimnastas olímpicas a aliviar el estrés de la competición
Beacon es un Golden Retrevier que ayuda a las gimnastas estadounidenses a aliviar la carga mental de sus rutinas
En los Juegos Olímpicos de Tokio, la gimnasta Simone Biles tuvo que retirarse de la competición por motivos de salud mental
Libros, juguetes y una mini pista de atletismo: así es la guardería olímpica de París, la primera de la historia
El Hospital Clínic de Barcelona demostró la eficacia de contar con perros en las terapias de salud mental dedicadas a pacientes menores. Los canes establecen rápidamente una estrecha relación con ellos, gracias a tareas sencillas como el cepillado del pelo, y esto repercute en las habilidades sociales de los niños y en su deseo de volver a las terapias. Los mismos fundamentos se aplican a la misión que Beacon, un Golden retrevier de cuatro años de edad, cumple con respecto a la buena psicología de las gimnastas olímpicas.
En los pasados Juegos Olímpicos de Tokio, la norteamericana Simone Biles tuvo que retirarse "en favor de su salud mental", debido a la presión que ejerció sobre ella la expectativa de ganar una medalla tras otra. Aún siendo la favorita y, después de un reconocimiento médico y una profunda reflexión, decidió abandonar la competición, tanto a nivel individual como de equipos, abriendo un importante debate sobre los límites psicológicos de los atletas olímpicos.
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Adiestrado por la exentrenadora Tracey Callahan
Ahora, Simone ha vuelto con las pilas cargadas (promete ser uno de los nombres en cinco finales) y uno de los secretos de sus entrenamientos es el gran amigo que, tanto a ella como al resto de las gimnastas norteamericanas, las acompaña en los más duros momentos. Se trata de Beacon, el perro adoptado y adiestrado por la exentrenadora Tracey Callahan, que brinda consuelo a las deportistas cuando lo necesitan. Aunque no ha podido viajar con ellas a París, ha sido clave en su camino olímpico pues, según Callahan, es capaz de "absorber el estrés".
Este año, los Juegos Olímpicos se han propuesto atender mejor a las necesidades de sus atletas y adaptarse a las reivindicaciones de la Generación Z. La presencia de un perro en los entrenamientos de las gimnastas es un buen ejemplo de ello, pues los jóvenes se preocupan, verbalizan y visibilizan cada vez más sus problemas de salud mental. También lo es el hecho de que la Villa Olímpica cuente con la primera guardería de la historia integrada en los JJOO, con el fin de que las madres y padres que compitan puedan viajar y conciliar el deporte con sus familias.
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