Este martes habrá partidos y la federación lanza una campaña en la que los equipos portarán una pancarta con el lema "Racistas, fuera del fútbol". Una lacra que desde hace décadas, de tanto en tanto, golpea en nuestros campos de fútbol. Muchas veces hemos visto cómo desde las gradas se insultaba sin medida a los futbolistas negros de nuestras Ligas.
El problema de esos insultos racistas (a los que a veces se suman otros homófobos y machistas) viene de lejos. Todos los deportistas más allá de la camiseta se han puesto al lado de Vinícius. Y los políticos y la justicia han reaccionado esta vez con celeridad. Hay que tener en cuenta que, aunque no se crea, que los insultos en un campo de fútbol, una afición que no se da en otros deportes pueden costar caros: hasta 650.000 euros.
Carlos Alberto Pitinho gue uno de los primeros futbolistas negros que jugó en el Sevilla. Hace 40 años ya escuchaba insultos de los rivales. Incluso en una ocasión se encaró a la grada. Recomienda a Vinícius cabeza, porque la solución va a venir de arriba.
Benjamín no olvida la primera vez que le insultaron por el color de su piel. Lubanzadio también sabe lo que es que le insulten. Escuchar negro de mierda no es plato de gusto y menos que los árbitros te digan que sigas jugando. Mientras, los ánimos a Vinícius se suceden.