El FC Barcelona se proclamaba este domingo campeón de Liga tras vencer al Espanyol por 2-4. Allí, en el estadio perico, los jugadores y varios miembros del cuerpo técnico y el resto de integrantes del club comenzaron a celebrarlo por todo lo alto haciéndose con el centro del campo, un gesto que cortaron súbitamente un grupo de hinchas radicales del eterno rival que, entendiéndolo como una provocación, invadieron el campo violentamente, forzando a la marcha de los blaugranas.
Algunos de estos aficionados, además, bajaron al campo armados con objetos, buscando a los miembros de la plantilla culé, que tuvo que correr hacia el túnel de vestuario, donde su fiesta continuó más allá del incidente.
Afortunadamente, el trabajo del equipo de seguridad y los Mossos hicieron que los integrantes del Barça llegasen indemnes tras momentos de tensión.
El equipo de Xavi Hernández conquistó su 27º título liguero en casa del vecino y eterno rival, un cuadro perico que se juega la permanencia y que cayó derrotado por 2-4.
El conjunto culé rubricó así el título a cuatro jornadas del final del campeonato, en una fecha señalada por tratarse del derbi.
Tras el pitido final, fue el inicio de la celebración visitante la que dinamitó una escena bochornosa: en medio de la sardana con la plantilla del Barça en el centro del campo, empezó la invasión que obligó a los jugadores y cuerpo técnico a ir corriendo al túnel de vestuarios. Ningún miembro del Barça llegó a tener contacto con los seguidores que saltaron de manera violenta en su dirección, cortados en su paso por las fuerzas de seguridad en la boca del túnel. El centenar de seguidores hizo ademán de volver a la grada, pero estuvo unos 20 minutos acechando esa puerta hacia el interior del estadio.
Ante esta situación, los Mossos d'Esquadra se pusieron en primera línea con los escudos antidisturbios ante el lanzamiento de distintos objetos, como vallas publicitarias y sillas, y la megafonía del estadio insistió a los invasores que abandonaran el césped.
Por su parte, con un Joan Laporta eufórico, el Barça siguió su celebración en el vestuario y las entrevistas para la televisión se realizaron también dentro y no sobre el césped como es habitual.