Mayor conciencia, mayor rechazo: más denuncias por violencia sexual en Pamplona
El asesinato de Nagore Laffage en 2008 por el hombre al que conocía y no aceptó su negativa, fue un detonante contra la violencia sexual en sanfermines. Entonces se produjeron 2 denuncias por abusos o agresiones sexuales. En 2013, en el chupinazo del día 6, las imágenes dieron la vuelta al mundo. Entre la multitud que abarrotaba la plaza del Ayuntamiento, en las calles aledañas, se levantaban camisetas, se mostraban pechos, de manera más o menos voluntaria y muchas manos masculinas tocaban, agarraban o intentaban hacerlo.
Fue un punto de inflexión frente a la violencia sexista con un cambio de actitud en el propio Ayuntamiento de Pamplona que, decidió hacer frente a esas conductas. Al año siguiente se abrieron 14 atestados policiales por delitos contra la libertad sexual, denunciados por las víctimas. Dos años después La Manada acorraló en el hueco de un portal a una mujer. Según la sentencia abusó de ella, aunque el recurso presentado por las acusaciones reclama violación, agresión sexual.
Esa agresión, la respuesta social de Pamplona y de toda España contra la violencia sexual, la realidad vivida durante las fiestas de sanfermines, llevó a presentar hasta 20 denuncias. En 2017 ya eran 22. Según El Ayuntamiento de Pamplona, que junto a la Universidad pública de Navarra, han estudiado las los atestados policiales derivados de lo ocurrido en sanfermines: desde 2004 hasta 2017 se han producido en Pamplona 76 denuncias por abuso (la mayoría) y por agresión sexual.
En el estudio se recogen también los datos del Ministro del Interior referidos a los delitos contra la libertad sexual denunciados en otras celebraciones del territorio español y durante el mismo periodo. En la Feria de Málaga se han recogido 73 denuncias, 64 en las Fallas de Valencia, 52 en las fiestas del Pilar de Zaragoza, y 4 denuncias en la Tomatina de Buñol (Valencia, una fiesta de un solo día.