Después de meses decimos adiós al sayo
Volvemos a ir en manga corta y en tirantes, vuelven los ricos helados, reabren las piscinas, pero lo peor de todo, regresa Lorenzo con toda su intensidad y, por ende, vuelven a echar humo el suelo y los termómetros, "tras un invierno muy lluvioso y sobre todo con muchas nevadas tenemos por delante un verano que se presenta muy caluroso en el Mediterráneo y con menos lluvia en el nordeste, pero lo que esperamos es precisamente el sol y el calor", nos avisa nuestra meteoróloga Rosemary Alker.
Es lo que toca porque el verano empieza el próximo jueves y, por eso, los más pequeños y los mayores, que son los principales grupos de riesgo, tienen que prepararse porque "el aumento de la temperatura podemos decir que da una serie de problemas sistémicos, como son deshidratación, caída de tensión, pérdida de conciencia, la somnolencia, la irritabilidad, para terminar incluso en un coma", nos lo dice Javier López, jefe de geriatría del Hospital de la Cruz Roja de Madrid. También los sufren aquellos que se ganan la vida a la intemperie, "trabajar a 40 grados al sol, va a llevar consigo que tu cuerpo no pueda adaptarse, aparece el tan temido golpe calor", y por eso, hay que protegerse y "ofrecer agua cada 4 horas, duchas frescas para que baje la temperatura, y como no, el aire acondicionado en determinadas ciudades no es un lujo, es una necesidad". Vaya si lo es, porque hace días que pasó el 40 de mayo, y ahora toca guardar el sayo.