Puede parecer una simple azotea vallada en el humilde barrio de Capao Redondo en Sao Paulo, pero no lo es. Es el particular oasis de unas 30 personas que acuden a este lugar para practicar yoga durante tres horas. De esta manera evaden el estrés del día a día de la favela. La encargada de liderar estas solidarias sesiones de yoga es una instructora que imparte estas clases gratuitamente. El único beneficio que obtiene son los diferentes testimonios de sus asistentes.