Gustavo Monjes, un hombre de 45 años, ha sido el protagonista de un inusual despido por parte de su jefe, un empresario propietario de una panadería. Según informa el medio local Cadena 3, el hombre estaba enviando un audio a su jefe en el que le pedía que su compañero fuera un poco antes ese día. El problema surgió cuando, por error, no envió el mensaje y continuó grabando toda la conversación que mantenía.
Gustavo se encontraba con unos compañeros de trabajo, y al creer que había finalizado el mensaje hacia su jefe, bromeó con ellos sobre el curioso nombre con el que había registrado a su jefe en el teléfono: "hdp".
Tras esto, inmediatamente se dio cuenta de que su audio se había enviado, y aunque trató de borrarlo, su jefe ya lo había visto. Al día siguiente le puso su propio audio delante de él y le explicó que estaba despedido.
Ahora, Gustavo está dispuesto a llevar a los tribunales el caso, ya que considera que se trata de un despido sin causa justificada. Además, denuncia que el empresario le estaba pagando con dinero negro.