En el momento del derrumbe, no había nadie debajo
Las fuertes rachas de viento se han llevado por delante esta gasolinera. Por suerte, en ese momento no había nadie debajo y no hay que lamentar ningún herido.
La zona acababa de ser precintada por las autoridades para la seguridad de todos. No se podía acceder dentro.
Una actuación que evitó que ocurriese una desgracia.