Si quiere disfrutar del último atardecer europeo, vaya a Galicia. Desde el 24 de marzo la Costa da Morte se convierte en el último lugar de la Europa continental donde se pone el sol. Ostenta durante dos meses al año ese honor pese a no ser el punto más occidental, que está en Cabo da Roca, en Portugal.
A lo largo del año se va desplazando el sitio donde ver el último rayo de sol. Desde San Vicente y el Cabo da Roca, en Portugal, pasando por la Costa da Morte y de allí a Noruega, concretamente en Aglapsvik y Måsøy. Un trono cambiante en el que reina Galicia desde el 24 de marzo al 23 de abril y del 18 de agosto al 19 de septiembre, en concreto El Cabo Touriñán, en Muxía.
Y es que a pesar de que los romanos bautizaron el Cabo Finisterre así (Finis Terrae) porque creían que allí se terminaba la tierra y no había nada más allá, realmente no es el punto más occidental de la España peninsular. Lo supera por pocos kilómetros el Cabo Touriñán, un poco más al norte. Aunque la diferencia es tan pequeña entre ambos puntos que no se les puede reprochar a los romanos el error.
Fue Jorge Mira quien descubrió este fenómeno hace poco más de una década. Es catedrático de Física aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela y en una visita a la Costa da Morte en la que acompañaba al Nobel de Química Richard Ernst, éste le preguntó si era el último lugar donde se ponía el sol. “Le respondí que el Cabo da Roca, en Portugal, era más occidental, pero me quedé pensando y al llegar a casa me puse a hacer cálculos”, relata Mira. Y descubrió que no hay un punto único, sino que cinco lugares de la costa atlántica comparten ese privilegio: “Como la tierra no tiene siempre la misma orientación respecto al sol, ese eje de rotación hace que no necesariamente el punto más occidental sea donde atardece más tarde”.
El estudio de Jorge Mira acabó publicándose en 2018 en la prestigiosa revista científica Cartography and Geographic Information Science. Y en Cabo Touriñán, situado en el municipio coruñés de Muxía, tomaron nota del hallazgo para promocionar el lugar. Se han puesto carteles y un banco llamado del fin del mundo: “Ahora venden la costa 'do solpor’, del atardecer, hasta entonces no había nada. En Cabo da Roca, en Portugal, tienen montado un tinglado impresionante, hay colas para hacerse fotos”, explica Mira.
Poder ver el último rayo de sol de Europa atrae cada vez más a los turistas. “La fascinación por el sol mueve a la humanidad desde siempre. Probablemente el Camino de Santiago es un reciclaje de un camino pagano que había ya previamente para ver la muerte del sol”, opina Mira. De hecho hoy en día, muchos peregrinos que hacen el Camino lo prolongan más allá de Compostela y van hasta la Costa da Morte.
Y otra curiosidad, cada 23 de abril, cuando Galicia le cede el testigo a Noruega como lugar donde ver el último rayo de sol, coincide el último atardecer europeo con el de África.
Jorge Mira también desmiente otra creencia popular, en este caso sobre el lugar donde ven el primer rayo de sol de España: “Siempre se ha dicho que es en Es Castell, en Menorca. Pero no es cierto. Durante cuatro meses al año, de abril a agosto, ese privilegio lo tiene el Cabo de Creus, en Girona”.