Un mes con Tinder Gold: así son las entrañas de la versión premium de Tinder

yasss.es 04/04/2018 12:08

Me hice perfil de Tinder por primera vez hace unos 6 meses por pura curiosidad. Siempre me han fascinado las relaciones sociales a través de las redes. Me lo tomo como un laboratorio en el que nos esforzamos por mostrar nuestras mejores fotos, nuestros hobbies y en hacer el ridículo sin ningún tipo de reparo.

La versión estándar, también conocida como versión proletaria de Tinder, me dio resultados muy por encima de las expectativas en pocas semanas. Llegué a conocer a varias chicas con las que siempre había buen rollo y que en unos casos acabaron siendo aventuras y en otros, buenas amigas.

Una tarde de febrero, compartiendo anécdotas con un par de amigos – y también swap grupal, ya sabéis de lo que estoy hablando- empezamos a flipar con la idea de Tinder Gold. ¿Qué habría más allá de ese umbral? ¿Podrían 16 euros cambiarnos la vida? Y sobretodo, ¿nos saldrían abdominales y fotos en yates de lujo con tan solo activarlo? Con tanta duda, no pudimos resistirnos: tarjeta de crédito, cambio de color del logotipo (de rojo a dorado, pura fantasía) y ya estábamos dentro. Como en Matrix, listos para encontrar a nuestra Trinity.

Empezaba todo un mes para ver qué demonios podría pasar.

La primera toma de contacto es excitante.

Sin publicidad, la app te permite rebobinar por si has mandado a paseo a alguien que realmente te hace tilín. Te permite usar 5 superlikes por día y también te permite destacar tu perfil una vez al mes durante varias horas. Algo así como que pongan tu careto durante un día en una valla publicitaria de la M-30.

Empiezan los primeros sentimientos encontrados. Por un lado una sensación de exclusividad absurda. Por otro, brotan las dudas: ¿por qué me habré gastado el dinero en esto? ¿A quién le voy a contar que he hecho esta frikada? Las sensaciones positivas reaparecen con las primeras interacciones y sobretodo cuando llegas al fetiche de cualquier stalker Ahí están. En orden cronológico, perfecto para cotillear y decidir con una clara ventaja inmoral si te gusta esa persona o no…

Se ve que hay gente variopinta a la que le gustas. En unos casos el gusto es recíproco y en otros no, claro. Pero lo extraño llega cuando el 90% de los matches que se generan no llegan a responder. Descarto la posibilidad de que mis mensajes de entrada sean inapropiados. Tengo una técnica muy pulida para romper el hielo en Tinder: GIF de animal + presentación amistosa. Vaya, que no mando un “¡Holi!” adjuntando foto cerda, así de primeras.

Ya con el chat petado de conversaciones ausentes, solo nos queda poder interactuar directamente con la gente que hace caso a los superlikes. En ese mes de prueba los resultados hablan por si solos: una única quedada para tomar café con una chica. Ninguno de los dos mostramos interés alguno desde que nos vimos en persona. Con este panorama, a día 20 me llegué a aburrir de la aplicación y llegué a desactivar mi perfil (durante 2 horas). Días más tarde una amiga usuaria de Tinder me comentaba que de alguna forma ella podía ver qué tíos eran usuarios Gold. ¡Resulta que estábamos marcados! Los apestados digitales, los que pagan para ver si tienen más suerte. ¡Fantástico!

Pero luego nada

Darse de baja de la suscripción tampoco es cosa fácil, pero se consigue. Así que después de un mes de prueba tengo algunas conclusiones y pensamientos que se resumen con esta obra de arte contemporáneo:

Supongo que por gancho comercial, Tinder utiliza bots para aumentar el porcentaje de likes. Esto es una suposición, pero seguiremos investigando. La opción de poder ver a quien le gustas rompe las reglas del juego y, para qué negarlo, parte del encanto de Tinder. Si juegas con las cartas marcadas, no puedes interactuar con nadie de la misma forma. Tener 5 superlikes diarios te hace derrocharlos. Con lo bonito que es pensar y repensar a quien se le da la estrellita azul

Y finalmente se me ocurren bastantes cosas mejores que hacer por 16 euros. Un menú del día en cualquier polígono industrial merece más la pena y seguro que vas a probar más carne que en toda una suscripción Gold. Así que ya sabéis, utilizad vuestros matches