Hace diez años que en Japón crearon un nuevo concepto de carreras. No precisamente en un circuito con vehículos a motor, sino con sillas con ruedas. En esta curiosa Fórmula 1 de oficina los participantes avanzan sentados y marcha atrás. Su objetivo es recorrer 200 metros de una calle de Tokio. Eso sí, ninguno está libre de no tener accidentes o de la extenuación. El suculento premio para el gran vencedor son 90 kilos de arroz blanco.