El pequeño italiano nació prematuro, todo apuntaba a que no escaparía de un estado puramente vegetal. Con mucho esfuerzo y pundonor, su calidad de vida ha ido mejorando a pasos agigantados año tras año.
Sirio mira a cámara mientras conduce su coche eléctrico, ni habla ni se alimentar sólo, pero en su familia ponen el foco en todo lo que este niño italiano de 7 años sí puede hacer. Como jugar, andar o arrastrar su mochila porque determinación no le falta. Nació con parálisis espástica y su madre se negó a que fuera el vegetal que anunciaban los médicos.
Con el tiempo empezó a subir a las redes las pequeñas proezas del niño y se propuso, dice Valentina, contar la historia de la discapacidad de otra manera porque no es fácil pero bien dirigidos, estos niños pueden disfrutar de algo parecido a una vida.
Ahora este pequeño terremoto, al que la madre llama con buen humor tetrapléjico en movimiento, es inspiración para otras familias y se ha convertido en un influencer del buen rollo.