El pequeño Oscar, de tan solo cinco años, lleva hospitalizado desde hace seis meses debido a que padece leucemia. Durante todo este tiempo no ha asistido a clase para seguir su tratamiento en un hospital de Inglaterra. Sin embargo, gracias a la tecnología ahora sigue virtualmente sus clases y habla con sus compañeros y su profesora. Todo gracias a un robot al que han llamado Ozzibot. Además, con este dispositivo observa y escucha todo lo que ocurre en el aula desde su cama.
En diciembre del año pasado le diagnosticaron esta terrible enfermedad, para la que necesitaba un donante de células madre. Sus padres, lejos de tirar la toalla, iniciaron una campaña a través de redes sociales y la respuesta fue increíble: alrededor de 5.000 voluntarios acudieron a su colegio para inscribirse. Gracias a este gesto, los médicos han operado con éxito a Oscar, quien cada vez está más cerca de reunirse físicamente con sus amigos del colegio.