Las ratas fueron llevadas por los navegantes que llegaron a la isla desierta hace unos 150 años. Ante la falta de depredadores naturales los roedores comenzaron a reproducirse de forma vertiginosa, según publicó la web de actualidad 'RT'.
Los cálculos aproximados cifran en unos 2.000 000 de ratas en la isla de Gaugh, perteneciente al Reino Unido y donde la presencia humana se reduce a varios empleados de una estación meteorológica.
Su crecimiento es inusual, pues llegan a alcanzar los 27 centímetros de largo y con esta talla se miden con presas como los albatros, que pesan 300 veces más que un roedor.
Ante la escasez de alimentos las ratas han centado su alimentación en las aves, entre ellas el petrel de alas negras, el único lugar de cría de esta ave, una situación que ha alarmado a la comunidad científica.
Los expertos hablan de un plan para exterminar a las ratas con cebos envenenados, porque está en riesgo este paraíso de las aves, donde viven y se reproducen unos diez millones de aves de más de veinte especies.