A mi amigo le dio un brote psicótico y ahora no sé cómo debo tratarlo
¿Qué es la esquizofrenia?
Probablemente tienes un par de ideas vagas sobre lo que viste en una película o lo que alguien te contó del amigo de un amigo, pero la esquizofrenia es mucho más de lo que crees conocer. Se trata de un trastorno que afecta sobre todo al pensamiento, la percepción, el estado de ánimo y las funciones ejecutivas (es decir, el autocontrol, la capacidad para planificar, la toma de decisiones, etc.).
Los síntomas más'llamativos' y en los que todos piensan cuando escuchan la palabra esquizofrenia son los positivos, aunque de positivos no tienen nada. Se trata de las alucinaciones, sobre oír voces, y los delirios, sobre todo de persecución, de grandeza y de perjuicio. Sin embargo, podemos encontrarnos con otros síntomas que no son tan visibles, pero también hacen mucho daño al paciente: los negativos (falta de atención, desmotivación, poca energía, estado anímico deprimido, aislamiento social, etc).
Entonces, ¿una persona con esquizofrenia tiene síntomas siempre?
Para nada. Pueden llevar una vida absolutamente normal cuando el trastorno está estabilizado, y precisamente esta es la causa de que se produzcan nuevas recaídas. Como el paciente no tiene ningún síntoma y no nota nada “raro”, piensa que está “curado”, así que deja la medicación. En consecuencia, se produce un brote psicótico.
No se conoce su causa, pero sí se sabe que hay diferentes factores que afectan. Por un lado, factores de predisposición de tipo genético que aumentan la probabilidad de padecer la enfermedad. Por otro lado, factores precipitantes que hacen que la predisposición se 'active' y aparezca la esquizofrenia. Finalmente, factores de mantenimiento que cronifican el trastorno.
¿Entonces las drogas causan el trastorno? Sí, pero no. El consumo de estupefacientes puede provocar esquizofrenia, pero sólo en personas con predisposición genética. ¡Mejor no arriesgarse!
¿Y qué es un brote psicótico?
Es una ruptura temporal con la realidad, es decir, que no dura eternamente. Normalmente está causado por un estresor (por eso muchos pacientes tienen su primer brote psicótico durante el primer año de universidad) o por el consumo de alguna droga.
Algo que muchas personas desconocen es que los brotes psicóticos no van de la mano de la esquizofrenia. Pueden asociarse a múltiples trastornos del espectro de la esquizofrenia como el esquizoafectivo, delirante, psicótico breve…, o incluso a otros trastornos como el trastorno límite de la personalidad. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que sufrir un brote psicótico no implica necesariamente desarrollar un trastorno crónico. Dependerá de cómo reaccione el paciente al tratamiento, de si sigue consumiendo drogas, de si su entorno favorece una adaptación positiva y un largo etcétera.
¿Cómo puedo ayudar a alguien con un brote psicótico?
En primer lugar, deberías informarte para desterrar mitos falsos. El más común y dañino es que una persona con esquizofrenia es violenta y puede hacer daño a los demás. Salvo un pequeño porcentaje, no son personas especialmente agresivas (al menos no más que tú y yo), siendo más probable que tiendan a hacerse daño a ellas mismas. Concretamente, el 10% de las personas con esquizofrenia se suicida, multiplicándose por cuatro el riesgo si se saltan la medicación.
Ten en cuenta que durante un brote psicótico pueden darse síntomas muy diferentes según la persona. Me he encontrado pacientes que estaban convencidos de que les estaban robando y otros que creían que yo era en realidad una espía que suplantaba la identidad de la psicóloga para sacarles información. Es muy complicado decirle a una persona que está totalmente convencida de que las voces de su cabeza provienen de Dios que eso no es cierto, que es su trastorno quién le está hablando, y si para un profesional resulta difícil no me quiero imaginar para la gente de su entorno.
¿Debería seguirle el rollo o decirle la verdad?
Desde mi punto de vista, ni lo uno ni lo otro. Lo mejor que puedes hacer cuando una persona se encuentra inmersa en un delirio o en una alucinación es distraerla. Si le sigues el rollo corres el riesgo de que se obceque más y se angustie, y si le dices la verdad es posible que se enfade contigo o, peor aún, que piense que le estás engañando y “te coja manía”, lo que a la larga incrementa el aislamiento. Distraer a alguien en pleno brote psicótico no es fácil, pero con un poquito de labia puedes hacer auténticas maravillas y le ayudarás muchísimo más de lo que imaginas.
¿Debo visitarle o dejarle tranquilo?
Algo muy importante es demostrar tu apoyo, ya sea con muestras de cariño o llamándole y visitándole siempre que puedas. Aunque no lo creas, una persona en pleno brote psicótico se da cuenta de quién está y quién pasa de ella, y si bien no siempre parece agradecer el apoyo, los beneficios son brutales. Eso sí, no hace falta que estés encima de tu amigo 24/7 porque puede resultar agobiante (igual que a ti te agobiaría en caso contrario).
¿Intento que vuelva a su vida de antes?
Sí y no. Sí debes actuar con normalidad, es decir, proponle salir, haced planes juntos, visítale, etc., pero ten claro que su vida ha cambiado. No debe consumir drogas, así que por pura empatía tú tampoco lo hagas en su presencia. Además, tiene que tomar la medicación siempre. Me he topado con pacientes que han dejado los antipsicóticos porque sus amigos les decían que “no servía para nada” o que “estaban peor que antes”, desembocando en brotes brutales. Son el propio paciente y el psiquiatra quienes en conjunto valorarán la eficacia de un fármaco, y no una persona sin conocimientos sobre salud mental, así que deja tus opiniones de lado y procura que tu amigo mantenga hábitos saludables.
Finalmente te aconsejo prestar atención a esas pequeñas señales llamadas pródromos que pueden anticipar un brote psicótico. Si tu amigo está durmiendo mal, se obsesiona mucho con ciertas cosas, parece desconfiado, tiene explosiones de mal humor o 'está raro', coméntaselo y aconséjale que lo hable con su psicólogo y su psiquiatra. Es posible frenar un brote si uno se fija en los detalles.
Entonces, ¿qué hago?
- Mantener la calma.
- Si pide algo y no es peligroso, dáselo.
- Aléjale de cosas que puedan hacerle daño (esto incluye drogas).
- Intenta convencerle para que sea él quien pida ayuda.
- Llama a urgencias si su seguridad o la de otras personas está en riesgo.
¿Y qué no hago?
- No discutas, critiques, amenaces ni grites, porque puede empeorar los síntomas.
- No te tomes las cosas que dice como un ataque personal.
- No restes importancia al trastorno para que se sienta mejor. Banalizar los síntomas no suele ayudar.
- No actúes de manera paternalista.
- No invadas su privacidad.
Los trastornos del espectro de la esquizofrenia son invisibilizados y estigmatizados a diario. Está en nuestras manos aportar pequeños granitos de arena para que la sociedad ayude y comprenda a quienes los padecen. ¿Te sumas al cambio?